Parecía una buena idea, pero finalmente no se llevará a cabo. Con ocasión de salida del Tour de Francia de Bruselas, el próximo sábado 6 de julio, las autoridades de la Región de Bruselas habían propuesto el prohibir la circulación de coches durante ese fin de semana.
Habría sido un experimento interesante, y toda una invitación para que los ciudadanos se moviesen en transporte público y vehículos más sostenible además de, por supuesto, en bicicletas. Pero ha sido la Policía de Bruselas la que se ha opuesto firmemente a la medida, asegurando que la aplicación de dicha medida habría sido imposible de poner en marcha debido a la carestía de agentes durante esos días, precisamente debido a la seguridad que exige la celebración de un evento del calibre del Tour.
Esta edición tiene varias circunstancias especiales. En primer lugar, la organización ha festejado que se cumple un siglo del Toir de 1919, “el regreso de la prueba tras la interrupción de cuatro años provocada por la I Guerra Mundial”. En efecto, esa edición empezó justo un día después de la firma del Tratado de Versalles.
El Tour de Francia celebra este año su 106ª edición, tendrá 21 etapas y recorrerá 3.460 kilómetros. El hecho de que empiece en Bruselas no es casualidad: en 1969, hace 50 años, consiguió la primera de sus cinco victorias en la general Eddy Merckx, que ve así cómo la prueba abre el telón en su país. Bruselas será escenario de las dos primeras etapas, ya que la primera será una etapa en línea de 192 kilómetros en la que el pelotón rodará hasta Charleroi para después regresar a la capital, y la segunda será una contrarreloj por equipos que pasará por el famoso Atomium.
El hecho de que, además, el Tour empiece en una ciudad extranjera es habitual en los últimos tiempos. Sin ir más lejos, la edición de 2021 comenzará en una ciudad muy conocida por su carácter ciclista: Copenhague, capital de Dinamarca.