El fin de semana del 21 al 23 de junio tuvo lugar un evento marcado en rojo en la agenda de los fanáticos de la marca de bicicletas plegables Brompton: el Campeonato Mundial de Brompton (más conocido por su nombre en inglés: Brompton World Championship). Un evento que tras la edición de 2022, celebrada en Singapur, volvía a Londres, la casa de Brompton, y más en concreto en su zona de King Cross, donde transcurría el llamado Festival Ciclista de Londres, un trepidante fin de semana donde se mezclaban carreras de piñón fijo y actividades en torno a la bici y donde, por supuesto, Brompton tuvo un gran protagonismo.
500 fanáticos de la marca venidos de distintas partes del mundo participan en una carrera trepidante a lomos de sus (sorprendentemente) veloces Brompton
No en vano, más de 500 personas venidas de muy distintas partes del mundo se reunían para participar en la carrera mundial de Brompton, que recorría un circuito de unos 900 metros dentro del bonito mercado de Coal Drops Yard. Primero, el viernes por la noche, se organizó una rodada colectiva con usuarios de la marca desde Kings Cross hasta el mercado de Spitalfields, un aperitivo de la gran jornada del sábado, donde se celebraron las carreras.
La dinámica era así: primero diez series clasificatorias y mixtas con cincuenta participantes cada una y dando cinco vueltas al circuito. Y, finalmente, una carrera final con los clasificados, ahora ya por separado: cincuenta hombres y unas cuarenta mujeres. ¿La ganadora en esta categoría? Louisa Gibbs, una encantadora usuaria de la marca, pero también algo más: una de las responsables de la Brompton Academy y Brompton School Mechanics, donde Louisa atiende a clientes y distribuidores de la Brompton (también a los españoles, porque tras vivir unos años en Madrid habla un perfecto español).
Para empezar... ¿Cómo explicas lo que se vive en un Brompton World Championship?
La carrera empezó precisamente, y hace ya bastantes años, en Barcelona, pero ha seguido creciendo y la edición de este año, junto a la estación de King Cross, ha sido espectacular. La dinámica es muy divertida: como en las 24 Horas de Le Mans dejas tu bici aparcada y plegada y la salida es corriendo sin ella, por lo que tienes que llegar hasta tu bici, encontrarla, desplegarla y empezar a rodar. En la primera tanda no me fue muy bien, llegué a la final casi por casualidad, pero en esa ronda definitiva... ¡Todo me salió perfecto! La desplegué muy rápido (reconozco que estoy muy entrenada, porque me paso el día plegando y desplegando Bromptons), me vi en cabeza y a partir de ahí... ¡no paré!
¿Con qué bici competiste?
Con la mía, una Brompton C Line azul con seis marchas, aunque la había preparado un poco para la carrera: le había cambiado los neumáticos por otros Schwalbe más finos y deportivos, sustituido la tija por la de carbono de la T Line y, claro, ¡la llevaba reluciente para la ocasión! Pensaba que no iba a ganar, porque estaba rodeada de otras chicas con T Line de carbono, pero arranqué muy bien y pude ganar. ¡Estaba súper motivada porque había, además, muchos compañeros de la oficina!
Una carrera a toda velocidad por un circuito urbano. ¡Suena emocionante, pero también algo peligroso!
Puede serlo: la tarde anterior, el viernes, hubo varias carreras con fixies y en una de ellas hubo un accidente que terminó con algunos dientes y huesos rotos. Como vi las carreras y los accidentes me fijé en las curvas más complicadas, pensé en cómo afrontarlas y, por suerte, en todo el campeonato Brompton no pasó nada malo, ¡lo que es de agradecer porque hay gente que va realmente muy, muy rápido!
"No se puede usar licra ni nada que llevaría un ciclista de carretera. Los hombres suelen seguir usando corbata y americana, y las mujeres también vamos bien vestidas, pero cada vez acude más gente disfrazada porque hay un premio para quienes más llamen la atención"
Sé que hay dos reglas obligatorias: llevar casco y no ir "vestido de ciclista".
Así es: no se puede usar licra ni nada que llevaría un ciclista de carretera. Los hombres suelen seguir vistiendo corbata y americana y las mujeres también vamos vestidas de calle, pero cada vez acude más gente disfrazada porque hay un premio para quienes más llamen la atención. El ganador de este año era un estadounidense, de Los Angeles, que iba disfrazado de queso.
¿Te ayudó a ganar el trabajar en Brompton??
Soy una experta en estas bicis porque las uso todos los días, pero lo que realmente me ayudó fue ser usuaria y recorrer Londres a diario en una de ellas, porque apenas llevo dos años trabajando en la compañía. La sede de Brompton está en el oeste de la ciudad y yo vivo en el otro extremo, por lo que cada día recorro unos 50 kilómetros, como mínimo, en Brompton, y muchas veces voy con bastante prisa. ¡Ese es el mejor entrenamiento para el Brompton World Championship!
Hay gente que no lo sabe, pero las Brompton son bicis muy, muy divertidas, ágiles y eficaces para ir muy rápido...
Sí, y este evento lo demuestra. No es una bicicleta sólo para hacer la compra y salir de paseo, sino que puedes ir muy rápido con ella. Y no sólo eso: en mi caso también hago cicloturismo, y siempre viajo con Brompton. El año pasado, por ejemplo, estuve recorriendo Galicia y el País Vasco en una, y me respondió muy bien. Eso sí, cogí "prestada" una de la oficina de doce velocidades para tener más rango de marchas (AQUÍ PUEDES VER NUESTRO VIDEOTEST).
"La Brompton no es una bicicleta sólo para hacer la compra y salir de paseo, sino que puedes ir muy rápido con ella. Y no sólo eso: en mi caso también la uso para hacer cicloturismo"
¿Cuál es, en concreto, tu trabajo en Brompton?
Desde hace mucho tiempo estoy especializada en formación, y eso sigo haciendo en Brompton: doy capacitaciones a vendedores de Brompton en España, Inglaterra, Francia o Bélgica en la llamada Brompton Academy, y también asesoro a clientes a través de la Brompton School Mechanics, donde les enseño a cambiar cadenas, piñones o ruedas o, claro, cómo mantenerlas bien.
¿Qué es lo que más te gusta de moverte en Brompton?
¡Ya no me puedo imaginar mi vida sin una de estas bicis! Voy a todas partes en Brompton, me acompaña a todos lados porque nunca la dejo en la calle (esa es una de sus ventajas) y me encanta combinarla con el transporte público, porque hay veces que, por ejemplo, sólo recorro pedaleando las partes de la ciudad que más me gustan y la subo en el metro para cruzar otros barrios que me atraen algo menos. En general, la Brompton hace mi vida mucho más eficiente y divertida.
Pregunta obligada: ¿cómo está el ciclismo urbano en Londres?
Sigue creciendo mucho. Hay más infraestructura y, sobre todo cuando te has acostumbrado, te das cuenta de lo cómodo y fácil que es ir buscando tus rutas favoritas evitando las calles más llenas de coches. Moverte en bicicleta te ayuda a conocer y entender una ciudad tan grande como Londres, porque pedalear te invita a descubrir zonas desconocidas y llegar a sitios por los que andando, o en coche, no te habrías interesado jamás.