Se cumplen, casi, 90 años: Ossa nació en 1928 fabricando máquinas de coser, y fue en 1940 cuando lanzó su primera motocicleta. Desde entonces, y durante más de medio siglo. Ossa fue una de las grandes referencias del motociclismo español, con modelos tan populares como la 125A, la 250 M.A.R. o, por supuesto, el ciclomotor Ossita 50.
Sin embargo, a principios de los años 80 la marca cerró, y aunque hubo un intento de resurrección en 2009 sus puertas volvieron a cerrarse en 2014. Hasta ahora, cuando Ossa regresa para centrarse, en esta ocasión, en el ciclismo urbano.
“Aunque quizá, en el futuro, lancemos alguna moto, de momento queremos contribuir a mejorar la movilidad urbana apostando por las bicis”, explica Jordi Roca, el director de marketing de la marca. Su primer modelo es la bici eléctrica Ossa Spinta e.CP20. “Es una bicicleta 100% urbana”, cuenta Roca. “Es muy compacta, muy manejable y, en mi opinión, muy divertida, una bici que te apetece montar”.
La bicicleta estará totalmente lista a finales de agosto, y la distribución comenzará a mediados de septiembre. Aunque todavía no hay un precio confirmado desde Ossa aseguran que tratan de ajustarlo lo máximo posible, y que intentaran dejarlo por debajo de los 2.000 euros. Y otra particularidad es que, al menos de momento, no se venderá en tiendas, sino a través de Internet. “Organizaremos días de prueba, tanto en España como en Europa, y no descartamos tener showrooms donde la gente pueda ver y tocar la bicicleta, pero vendiéndola directamente al comprador podemos reducir su precio final de venta. Después de comprarla, y pasados tres o cuatro días, el cliente recibirá la bicicleta en su casa, con la batería cargada y, a falta de ajustar el manillar, lista para salir a pedalear”, explica Roca.
La Ossa Spinta e.CP20 lleva disco hidráulico delante y detrás, luz frontal integrada y, como gran novedad, un altavoz conectado al teléfono móvil por Bluetooth, que permitirá escuchar música de forma segura mientras pedaleamos. Además, llevar el nombre de una marca tan mítica implica, según Roca, una filosofía muy especial. “La bici no tiene mucho que ver, en sí, con las motos Ossa, pero sí con su tradición de motores. ¿Por qué no hacer una bici motorizada? Hemos apostado por la innovación, la modernidad y nuestra filosofía del movimiento que nos hizo famosos entre 1940 y 1980”.