La Gran Manzana. Un lugar plagado de rincones que hemos visto infinidad de veces en el cine, edificios interminables, taxis amarillos… y bicicletas. Cada vez más bicicletas. Los neoyorquinos están luchando a golpe de pedal por desterrar la imagen de un Nueva York atestado de coches, y cada vez son más los que se deciden a atravesar sus grandes calles y avenidas en bicicleta.
Los últimos datos facilitados por el servicio público de alquiler de bicicletas, el Citi Bike, así lo atestiguan. En el recién terminado 2015 se produjeron más de 10 millones de usos, según ha informado con visible orgullo el alcalde de la ciudad, Bill De Blasio. La cifra supone un nuevo récord y un incremento del 24% frente a los usos que se produjeron en 2014, cuando rondaron los ocho millones.
“Citi Bike se ha consolidado como el sistema de bicicleta pública más exitoso de EE UU, y uno de los más grandes de todo el hemisferio norte”, ha informado la oficina del alcalde, que ha comparado los usos de Citi Bike con los de sistemas como el Santander Bikes de Londres (9,9 millones de usos en 2015) o el Ecobici de México, con unos 9 millones. La propia oficina del alcalde ha señalado, además, que hubo siete días durante el año 2015 en los que se superaron los 50.000 usos.
El sistema de bicicleta pública de Nueva York, Citi Bike, se puso en marcha en 2013. Durante estos años, ha sido acogido con entusiasmo por los neoyorquinos y los responsables de controlar el intenso tráfico de la ciudad han elogiado sus ventajas, aunque también hay quien ha puesto en duda que sea un arma efectiva para*Citi Bike* La organización Climate Central señaló en 2014 que, aunque cada vez son más los ciudadanos que optan por usar la bicicleta pública, la gran mayoría lo hace en detrimento del transporte público, y no del vehículo privado. Es precisamente la persistencia del uso de este último lo que parece inamovible para muchos ciudadanos, y en cuyo uso moderado deben trabajar las autoridades neoyorquinas.