“Como ciclista de toda la vida, y alguien que va en bicicleta todos los días al trabajo, no podría estar más emocionada por mi nuevo proyecto con Cannondale. Las bicicletas que hemos creado encarnan nuestra visión y valores comunes, combinando belleza y deseo con un sentido de responsabilidad hacia la próxima generación”.
"Las bicicletas que hemos creado encarnan nuestra visión y valores comunes, combinando belleza y deseo con un sentido de responsabilidad hacia la próxima generación" (Stella McCartney)
Con esas palabras define Stella McCartney (Londres, 1971) la creación de una serie exclusiva formada por 18 bicicletas Cannondale personalizadas por distintos artistas. Los modelos son, en concreto, las SystemSix, SuperSix EVO y EVO CX, que han sido reinterpretadas por tres prestigiosos artistas: el diseñador Ed Curtis de Londres, la artista Myfawnwy (Maisie Broome) de Nueva York y Tom Tosseyn, un artista gráfico residente en Amberes.
El resultado es, como cuentan desde Cannondale, “una interpretación llamativa y atrevida de algunas de las bicicletas más rápidas del mundo”. Los tres artistas emergentes ya habían colaborado con McCartney en su colección Otoño-Invierno’ 2021, y ahora han pintado a mano estas 18 bicicletas. Además de en fotos, todas las bicis podrán verse estos días en cuatro de las tiendas más representativas de Stella McCartney en el mundo: más en concreto, estarán en sus locales de Shanghái, Tokio, Londres y Nueva York.
Las 18 bicicletas, eso sí, no están disponibles para la venta, ni se producirán en serie. Son, por lo tanto, unidades únicas, algo parecido a una obra de arte rodante. ¿Algo parecido? ¡Auténticas obras de arte sobre las que, desde luego, sería un sueño poder pedalear!
Sabido es, Stella McCartney es hija de Paul McCartney, integrante de The Beatles y uno de los músicos más conocidos de la historia, y Linda Eastman, música, empresaria y una de las grandes activistas, hace ya décadas, del vegetarianismo. McCartney sigue vivo y está activo artísticamente, mientras Eastman falleció en 1998, víctima de un cáncer. Stella, la segunda hija del matrimonio, tuvo que superar ciertas reticencias iniciales sobre su talento debido a la fama de sus padres, pero pronto solventó las dudas existentes transformándose en una de las grandes diseñadoras de las últimas décadas, además de una empresaria de enorme éxito y reputación.