Cada modelo está individualmente diseñado y hecho totalmente a mano por Bill Holloway y Mauro Hernández, dos maestros carpinteros, en San José (California). A partir de la madera que se ha caído, ha sido cortado por una razón especial o, simplemente, no tiene ningún uso ulterior, ambos pueden pasar días ideando y trabajando en un prototipo. Aficionados a la bicicleta desde muy pequeños y amantes de la carpintería, decidieron combinar trabajo, pasión y creatividad, dando lugar a verdaderas obras de arte en movimiento.
A gusto del consumidor
La atención al detalle y la artesanía en estos peculiares diseños hacen que los ciudadanos se queden boquiabiertos cuando recorren las calles de la ciudad . Estas bicicletas son realmente una señal de que la artesanía está viva y que es posible combinar funcionalidad e individualidad (los interesados pueden crear su propio modelo e incluso grabar su insignia).
Además, en el proceso no participa ningún sistema de CNC (control númerico computarizado en las máquinas-herramienta) y el acabado que emplean, y que suelen recomendar, es de bajo VOC (compuestos orgánicos volátiles). Doble propuesta ecológica que lleva a la ciudad la idea de que la naturaleza y el arte están estrechamente ligados.