No nos ocurre a diario, pero al rodar y al vivir las circunstancias nos obligan a detenernos, reflexionar y seguir de una manera imprevista. Eso parece haberle ocurrido a la mujer del cuadro de Pham Luc, que tras un pinchazo o por un golpe en la llanta (esa rueda trasera parece algo magullada) ha sido inmortalizada con los dos pies en el suelo y la bicicleta al hombro. Conocido como ‘el Picasso de Vietnam’, Pham Luc destaca por sus inesperados colores, el afán de reflejar la cotidianidad callejera y la sensación de que, además de mucho trabajo, hay un inmenso talento natural detrás de sus pinceladas.