Diseñadores e ingenieros tailandeses han desarrollado un sistema para transformar la bicicleta en un vehículo que, además de no contaminar, ayudaría a regenerar el aire contaminado de las ciudades. Pese a que la bici es uno de los medios más saludables para moverse por el entorno urbano, la contaminación es una de las principales razones por la que muchos no se animan a cogerla: de ahí esta novedosa idea que ya ha obtenido el premio de diseño Red Dot Award.
Un pulmón ciclista
¿Cómo es posible? Un filtro, ubicado en la parte delantera de la bicicleta, recogería el aire contaminado y lo transformaría en aire limpio mediante un motor purificador. Además, el cuadro de aluminio contaría con un “sistema de fotosíntesis” que generaría oxígeno a través de una reacción entre el agua y la energía eléctrica gracias a una batería de iones de litio.
Aunque se desconocen los detalles exactos del proceso, el equipo de Lightfog (compañía tailandesa responsable del proyecto) ya trabaja en un prototipo. “Queremos diseñar productos que reduzcan la contaminación del aire urbano”, dice Silawat Virakul, director creativo de Lightfog.”Por eso decidimos diseñar una bicicleta: es el vehículo más ecológico para el transporte“, añade.