Andrés Arregui es sinónimo de artesanía. De amor a la bicicleta y a su trabajo: la construcción de cuadros. Un arte que, en un tiempo en el que manda la producción en serie, parece haberse perdido. Y sin embargo ahí está, él y otros tantos como él, manteniendo viva la llama. Y demostrando que hay otra manera de hacer las cosas.
De cara a extender esa pasión, desde su empresa, Arregui Velázquez, organizan una serie de cursos de construcción de cuadros. El próximo tendrá lugar el 14 de abril, y aún quedan plazas disponibles. Una oportunidad perfecta para aprender una profesión cargada de futuro.
Háblame de los cursos. ¿Qué aprenden en ellos los alumnos?
En Arregui Velázquez realizamos varios cursos de formación destinados a gente que tenga curiosidad por saber cómo se hace una bicicleta, que quiera hacer su propio cuadro o que quiera recibir una información básica, sólida y sistematizada sobre la que seguir aprendiendo. En todos los casos intentamos que el alumno aprenda los fundamentos y los recursos necesarios para seguir de manera independiente.
“Intentamos que el alumno aprenda los fundamentos necesarios para seguir de manera independiente”
Lo más importante: tratamos de que la gente aprenda a aprender. En una semana no vas a saber diseñar, soldar o fabricar bicicletas, pero saldrás con una base sobre la que construir e ir desarrollando las aptitudes y conocimientos necesarios.
El próximo 14 de abril precisamente tenemos un curso teórico de introducción al diseño y construcción para el que todavía quedan algunas plazas.
¿A qué tipo de gente va dirigido este curso?
A todo tipo de gente. La diferencia radica en en las necesidades de cada persona. Mucha gente viene a nuestros cursos con la idea de participar en la fabricación de su propia bici mientras que otra viene con la idea de empezar y, con el tiempo, dedicarse a ello de manera profesional o amateur. Durante estos años hemos aprendido a adaptarnos a cada tipo de alumno, por lo que cada curso tiene sus peculiaridades en función de lo que la persona vaya buscando.
Una semana en nuestro taller equivale a uno o dos años de aprendizaje independiente
¿Por qué recomendarías hacer uno de estos cursos?
Yo empecé solo y sé lo que eso significa. No sabes lo que no sabes. Una semana en nuestro taller equivale a uno o dos años de aprendizaje independiente. Básicamente ahorras tiempo y muchos momentos de frustración. Seguimos en contacto con todos los alumnos que han seguido trabajando de manera comprometida y vemos cómo empiezan a realizar trabajos de mucha calidad. Poco a poco se va creando una comunidad que facilita mucho el aprendizaje: no hay mejor manera de aprender que ver de primera mano y compartir conocimientos.
¿Crees que cada vez hay más interés por la construcción artesanal de cuadros?, ¿Crees que la gente vuelve a valorar el trabajo artesano frente a la producción industrial?
Creo que en general cada hay más gente interesada en cómo y por qué se hacen las cosas. Quiero pensar que somos un poco más responsables con respecto a lo que compramos. Por otro lado, casi el 100% de las bicicletas que se usan se hacen en serie. Eso significa, por la propia naturaleza del proceso, que las bicis así fabricadas están diseñadas para valerle al mayor número de personas posibles, con unas medidas y gustos parecidos. El ciclista se adapta a la bicicleta, en vez de la bicicleta al ciclista. La fabricación a medida permite hacer todo desde cero, no tanto desde el punto de vista de la talla o posición (existen multitud de componentes en el mercado para conseguir adaptar un ciclista a cualquier cuadro) sino de la especificidad funcional de la bicicleta. Hay tantas maneras de montar en bici como personas.
Hay tantas maneras de montar en bici como personas
¿Cómo te introdujiste tú en este mundo?
De manera autodidacta, un poco por ignorancia y otro poco porque no había nadie más. Cuando comencé no quedaba nadie en activo en España, toda la fabricación (a medida o en serie) se había trasladado a Asia. Pude contactar con un par de constructores retirados que me echaron una mano, pero fundamentalmente mediante ensayo y error, leer absolutamente todo lo que caía en mis manos y practicar, analizar y vuelta a empezar (¡y cometiendo muchos errores!). Actualmente sigo haciendo lo mismo.
¿Qué consejo darías a quien quiere iniciarse en esta profesión?
La profesión, o ser profesional, implica cosas comunes a cualquier otra actividad comercial. Es importante no confundirse y ser realista. Una cosa es saber hacer cuadros de calidad y otra muy distinta saber venderlos. Es un trabajo muy sacrificado, difícil y a veces ingrato. No quiero desanimar a nadie, pero hay que ser realista y trabajar en los distintos campos de los que se componen esta profesión. A la hora de vender es tan importante la calidad del producto como el acceder a la gente interesada en tu trabajo. Hay que ser consciente de que trabajar a medida nunca te va a hacer rico.
Por otro lado, trata de comprender qué estás haciendo y por qué. No hagas algo porque lo has visto por ahí o porque es la manera en que se supone que tienes que hacerla. Tienes que saber lo que estás haciendo: alguien va a usar la bicicleta y la ignorancia no justifica el que alguien se pueda hacer daño. Y un último consejo: no tengas prisa.
¿Qué cursos tienen mayor acogida?
Los que tienen más éxito son tres: el de soldadura de un día, el de una semana -donde se fabrica un cuadro- y el de dos semanas -en el que se fabrican dos cuadros y una horquilla. También tenemos un curso de introducción teórico que se imparte de manera regular por distintas partes de España.
En nuestra web hay bastante información sobre el temario de los cursos pero todo el mundo es bienvenido a escribirnos (info@arreguivelazquez.com) y preguntar cualquier duda que tenga.
El ciclista se adapta a la bicicleta, en vez de la bicicleta al ciclista
Al margen de los cursos, ¿Puedes contarnos algo sobre alguno de los proyectos que estás realizando
Una cosa muy interesante de dedicarse a la enseñanza es que es muy importante seguir investigando, y ya podemos decir que estamos trabajando con Columbus (fabricante de tubos específicos de bicicleta), con la Universidad Complutense de Madrid y con la Universidad de Brighton para tratar de mejorar el proceso de soldadura que se suele utilizar en la fabricación de cuadros. Los materiales utilizados para la fabricación de cuadros siguen avanzando y en muchos casos las técnicas que se han usado toda la vida están obsoletas.
Además, en el apartado de la fabricación de bicicletas a medida, ahora mismo estamos haciendo una bicicleta muy especial con ruedas de 36” que verá la luz en breve. Creo que es la primera que se ha hecho en España.
También estamos trabajando con la marca The Draft, de Madrid, en un modelo de bicicleta que admite, sin cambiar la maniobrabilidad de la bicicleta, ruedas de 700-42 o 27.5-2.1, para poder andar en terrenos accidentados sin tener que renunciar a una posición más de carretera que de montaña.