De un tiempo a esta parte, la Gran Manzana es un poco más verde y tentadora. Los ciclistas se han multiplicado en sus calles y avenidas y las autoridades parecen haberse convencido, al fin, de de que invertir en movilidad sostenible sólo trae ventajas para la ciudad. Pero la concienciación va más allá de la ciudad de los rascacielos, y cada vez parece extenderse por todo el estado de Nueva York, donde viven casi 20 millones de personas.
El último ejemplo de esa actitud de los político es la nota de prensa hecha pública ayer por el gobernador del estado de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo. Según el comunicado, se destinarán 70 millones de dólares a promover el uso de la bicicleta y alentar a los ciudadanos del estado a caminar. Ambas actividades, según Cuomo, pueden suponer una oportunidad para el turismo y el desarrollo económico de las comunidades que se verán beneficiadas por el plan.
Además de la capital, las beneficiarias de los fondos serán las regiones de Mohawk Valley, Southern Tier y North Country, ya en la frontera con Canadá. El dinero saldrá de la Administración Federal de Carreteras (FHWA). El dinero será gestionado por el Departamento de Transporte de Nueva York.
Los proyectos incluyen la construcción de aceras accesibles, la mejora del acceso peatonal a los servicios públicos y el transporte, la c*onstrucción de nuevas infraestructuras* ciclistas y peatonales y la preservación y reconversión de los corredores ferroviarios abandonados para el uso de bicicletas y peatones. A la hora de licitar los proyectos, se ha tenido en cuenta el amplio apoyo a la iniciativa por parte de las comunidades.