Realmente, no es tan difícil ni requiere de una inversión millonaria para tu negocio convertirlo en bikefriendly y hacer que los ciclistas nos sintamos como en casa. Si no como en casa, por lo menos muy a gusto. Es bastante sencillo.
1. Información para el ciclista
Vamos a empezar por lo más básico. Ten disponibles algunos planos con rutas ciclistas y de senderismo que puedas tener cerca, así como consejos sobre la normativa de circulación relativa a tu localidad o consejos de seguridad, que nunca está de más que todos los recordemos.
Algo muy interesante que puedes tener a mano son las ubicaciones de tiendas de bicis cercanas, puedes llegar incluso a acuerdos con ellos para mandaros clientes de un lado a otro. Muchos de los que visitan una tienda de bicis pueden estar interesados en saber qué hotel o restaurante de la zona es bikefriendly y algunos de tus clientes les puede venir muy bien saber dónde hay una tienda de bicis cerca. Aunque vuestro negocio no sea el mismo, podéis convertiros en aliados. No temas anunciar igualmente a otros locales bikefriendly de la zona. Puede que una televisión con vídeos de ciclistas e información de tus servicios asociados a ellos sea útil y muy rentable. Si tienes un SPA y servicio de masajes en tu hotel, todo aquel que llega en bici va a estar deseando pagar por ese servicio.
2. Agua
Planteo una situación. Llega un grupo de ciclistas a tu restaurante o bar a tomar un buen refrigerio o directamente a comer tras una ruta. Probablemente tengan hasta una mesa reservada. Ya sean cuatro, seis o diez, ¿de verdad les vas a cobrar si te piden agua? Ponles unas cuantas jarras del grifo y les vas a hacer felices si dejas que rellenen sus bidones.
No diremos el nombre del bar, porque existen muchos que lo hacen, así que diremos el pecado, pero no el pecador. Un grupo de ocho ciclistas llegan a un bar y piden agua sin más, mientras se acomodan en la mesa para comer. La respuesta del camarero es que no hay jarras de agua del grifo, sino botellas de plástico de agua mineral.
Más allá de lo poco amigable con el medio ambiente que supone el plástico y la distribución de tanta botella teniendo agua corriente de calidad, aunque esos ciclistas no se vayan, probablemente no vuelvan y, además, estén pasando por sus grupos de whatsapp en qué restaurante o bar sí les dan agua.
3. Ofrece dónde dejar la bici
Es algo lógico, pero no muy común. Si alguno de tus clientes viene en su bici necesitará dejarla en algún sitio seguro y sería genial que tú se lo pudieras proporcionar. Tendrás un cliente de por vida, aunque la próxima vez no acuda en bici.
Puede que tengas un patio trasero, o un salón sin utilizar, puede que sólo una esquina que no utilices… con eso sería suficiente. Si no puedes garantizar la seguridad al 100% de esa zona, lo ideal es que pongas aparcabicis. No te preocupes demasiado. En este caso, los más baratos y sencillos son los que mejor nos vienen. Se llaman de U invertida y nos permiten anclar con seguridad ambas ruedas y el cuadro.
Recuerdo el Restaurante Valleyglesias, en San Martín de Valdeiglesias, en pleno viaje por Ciclamadrid, uno de los salones inutilizados del restaurante, con puerta directa a la calle, lo tenían habilitado para que los ciclistas dejásemos allí nuestras bicicletas, alforjas incluidas. Comimos estupendamente y sin preocuparnos por nada.
En definitiva, un lugar amplio, seguro, iluminado y accesible.
4. Algunas herramientas
No estamos hablando de tener un completo taller con un mecánico disponible las 24 horas. Aunque estaría bien, la verdad. En realidad, con tener unas cuantas herramientas (un juego de destornilladores y llaves allen, desmontables, un troncha cadenas, una bomba para dejar las ruedas con buena presión, un kit de limpieza y engrase de la cadena y… pare usted de contar. No necesitamos mucho más.
Ten en cuenta también que todas estas cosas pueden compartir espacio: sitio donde guardar las bicis y donde arreglarlas. No necesitas comprar el local de al lado.
Imaginemos que dispones de ese lugar en concreto, pero resulta que es un sótano, que lo tienes medio de almacén y podrías hacer el hueco necesario, pero hay que bajar escaleras y eso, con la bici, excepto los expertos en BMX y enduro, pocos pueden hacerlo con soltura. La solución podría ser en instalar unas canaletas (de plástico o metálicas) de unos 10 centímetros de ancho, pegadas a uno de los lados de la escalera, a modo de raíl sobre el que hacer pasar las ruedas de las bicis mientras bajamos o subimos sin necesidad de cargar con ellas. Fácil y barato ¿ves?
5. Componentes básicos
Igual te parece una barbaridad, pero si alguien pincha, puede que necesite una cámara y le venga especialmente bien que la vendas tú. O una cadena porque la ha partido, o puños, cinta de manillar, algo de tornillería. No hace falta que te conviertas en una tienda de bicicletas con los últimos modelos, ni mucho menos.
¿Qué te hace falta? Poca cosa, ciertamente: 5 o 6 tipos de cámaras y cubiertas diferentes, tanto de carretera como de MTB; una caja con tornillería variada de bicicleta, que no es mucha; cinta de manillar y puños, unas 3 o 4 cadenas diferentes (para MTB, carretera y diferente número de velocidades); pastillas de freno para disco y zapatas de repuesto, algo de cableado (fundas incluidas) y santas pascuas. En un abrir y cerrar de ojos tenemos un taller con los componentes necesarios para atender casi cualquier emergencia en ruta y además bastante bien.
En este punto creemos esencial que te acerques a una tienda de bicis y preguntes al mecánico cuáles son los productos básicos que debería tener un taller de auto reparación en tu negocio.
6. ¿Lavamos la bici?
Darán palmas con las orejas los ciclistas que lleguen a tu local y se encuentren que pueden lavar la bici. Por muy poco dinero o incluso, si puedes, gratis, deja que tus clientes pongan su bici en el lavadero y la dejen bien lavada y bien peinada para volver a casa después de descansar en una de tus mesas.
Decían que las salidas de gravel y de MTB son en realidad una competición para ver quién llega con más barro a casa. La limpieza de las bicicletas es esencial para su correcto mantenimiento. Hay decenas de piezas cuya vida se alarga considerablemente si las mantenemos limpias después de la ruta.
7. Punto de reciclaje
Preocúpate por el reciclaje. Un taller, por pequeño que sea, debe tener donde tirar los envoltorios de plástico, los cables usados, las fundas gastadas, las pastillas de freno y los neumáticos que se acaban de cambiar. Déjalo todo accesible y fácil de manera que no te suponga un quebradero de cabeza cada vez que tengas que vaciarlo.
8. Ahora todo son eléctricas y tienen sus propias necesidades
Muchos de los que paran frente a tu negocio llevan ya una bicicleta eléctrica. Se han hecho un hueco enorme y de pleno derecho, porque son divertidísimas, pero tienen sus propias necesidades. Busca un hueco pequeño, dótalo de varios enchufes y ladrones, y haz on cartel bonito que ponga “carga aquí la batería de tu bici”.
Vas a tener cola de clientes deseando, tras una ruta larga, poner su bici a tope de batería para no tener que hacer mucho esfuerzo en la vuelta a casa.
9. Los cuartos de baño
No queremos llegar a sugerirte que instales duchas, pero algunos aseos son demasiado pequeños para entrar con zapatillas con calas, casco y la mochila. Realmente si cuentas con unos cuartos de baño amplios y separados individualmente, es decir, que haya un amplio lavabo e inodoro por cada uno de los compartimentos, como el destinado a las personas con discapacidad, cualquier ciclista podrá asearse ligeramente y quizá cambiarse de ropa antes de sentarse a comer tu delicioso menú del día o uno de tus cocteles.
10. Dilo a los cuatro vientos
A voz en grito. Si has conseguido poner en marcha todo lo anterior en mayor o menor medida, grítalo a los cuatro vientos, usa las redes sociales que miran los ciclistas, o escríbenos para contárnoslo. Estaremos encantados de escuchar cómo tu restaurante, bar, hotel, casa rural, se ha llenado de ciclistas gracias a estas pequeñas recomendaciones.
Recomendaciones que no paran, por cierto, podría haber mil más pero no queremos ser pesados. De cualquier modo, si has aplicado alguna medida de éxito entre los ciclistas y no está entre estas diez, estamos deseando escucharla e incluirla para más gente consiga aumentar la visita de más bicis.
Una cosa más: todas estas necesidades parecen enfocadas a los ciclistas deportivos, pero no te dejes engañar, son tremendamente parecidas a las que necesitan los ciclistas urbanos y los cicloturistas, así que ganarás clientes de tres fuentes distintas sin perder los que ya tienes. Brillante, ¿eh?
11. El consejo de regalo
Conviértete en distribuidor oficial de Ciclsofera y ofrécesela regalada a tus clientes, que te lo van a agradecer. Es muy fácil: sólo tienes que ponerte en contacto con nosotros en este enlace y nos encargamos de todo. En poco tiempo serás un orgulloso miembro de esta enorme lista de distribuidores. Anímate.