Los últimos accidentes protagonizados por ciclistas han hecho que se dispare la preocupación en la Dirección General de Tráfico (DGT). Y como no podía ser de otra manera, los medios han contribuido a crear un cierto estado de alarmismo que, a menudo, perjudica más que beneficia al colectivo ciclista. El propio director de la DGT, Gregorio Serrano, declaró hace unas semanas en el Congreso de los Diputados que “es insoportable el número de ciclistas que cada fin de semana fallece en nuestras carreteras”.
Hoy, el diario El País se hace eco de los datos de siniestralidad en carretera ofrecidos por el propio organismo. Entre 2011 y 2015, las carreteras españolas registraron 8.294 accidentes con ciclistas implicados. De ellos, 2.341 sucedieron en Barcelona, Alicante, Valencia y Madrid, con 829, 538, 506 y 468 siniestros, respectivamente.
“El mayor uso de la bicicleta por los ciudadanos, bien por sea por deporte o por la elección de este medio de trasporte, debe obligar a las administraciones públicas a adoptar medidas que garanticen su seguridad”, ha explicado al citado diario Miguel Ángel Heredia, secretario general del grupo parlamentario socialista en el Congreso, que añade: “El Gobierno ha abandonado el mantenimiento de las carreteras. Y los ciclistas denuncian las pésimas condiciones en las que se encuentran algunos arcenes”.
Saber más para actuar mejor
“Aquellos accidentes con víctimas ciclistas que se producen en carretera tienen una mortalidad mucho mayor que los registrados en zona urbana. Un hecho muy probablemente relacionado con la velocidad a la que se producen los siniestros”, destaca el estudio de la Universidad de Valencia titulado ‘Análisis de la siniestralidad en ciclistas’. Se trata del “único” informe que ha abordado este problema en España, según señala Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial en este centro educativo, que destaca la necesidad de incrementar las investigaciones para saber “cómo, cuándo, dónde y por qué” se suceden estos accidentes.
Aunque, hasta entonces y a falta de más cifras, el sector ya maneja algunos factores que ayudan a analizar el mapa español de los accidentes ciclistas: el número de habitantes, el nivel de afición que existe en ciertas provincias y la climatología. Por ejemplo, el informe de la Universidad de Valencia detectó que la mayor parte de siniestros se concentran en los meses de julio y agosto, y en los días festivos.
“Podemos estudiar la limitación de la velocidad en vías frecuentadas por ciclistas; así como mejorar la señalización y, sobre todo, sensibilizar a través de campañas públicas”, destaca Heredia. “No estamos dispuestos a que ninguna persona salga con el miedo constante en el cuerpo de que no pueda regresar vivo a su casa”, apostilló Serrano. En la última década, más de 400 personas han muerto en las carreteras españolas mientras circulaban en bicicleta, según los datos de la DGT. Haces dos semanas, miles de ciclistas se manifestaron en distintas ciudades para exigir una ley más dura que castigue los atropellos.