Somos muchos los que queremos cambiar la forma de desplazarnos por las ciudades y que la bicicleta sea un vehículo protagonista. Pero, para lograrlo, hacen falta distintos accesorios, entre ellos prendas de ropa que se adapten a las necesidades del ciclista urbano. Y algo más: si somos coherentes, también la forma de fabricar esas prendas debe ser sostenible. Este complejo y apasionante cóctel de retos es el germen de un proyecto como Cityer, marca nacida en Barcelona que aspira a crear prendas de vestir que acompañen a los ciclistas urbanos para, así, ayudarles a revolucionar la movilidad urbana. Guillem Márquez Heredia, CEO de la compañía, lo tiene claro: "Quiero impulsar proyectos que tengan una propuesta muy diferente, y apuesten por redefinir el futuro de una manera mas responsable".
La cápsula de Cytier para el ciclismo urbano está ya disponible en Kickstarter.
Tiempo de cambios
Cinco son los pilares patas sobre los que se sostiene la filosofía de Cityer. "En primer lugar", cuenta Edgar Carrascal, su Director Creativo, "nos centramos en la movilidad urbana (Urban Movility). Estamos en la ciudad y creemos en ciudades más amables, menos congestionadas y mas equitativas". Pero, además, quieren conseguir herramientas que respeten el medioambiente y la sostenibilidad (Environmentally Friendly). "Hemos diseñado nuestros productos con principios de Eco Diseño", explica Carrascal, "alineando a nuestros proveedores en un entorno de proximidad dentro de Europa". Las dos patas que rematan esta filosofía son el Season Less ("creemos que un buen diseño es atractivo, duradero, con enfoque en los beneficios que aporta y su funcionalidad", explica Carrascal) y la Circular Production ("nuestro reto y apuesta es llegar a ser circulares, sabemos que no es fácil pero creemos que la sostenibilidad debe estar en el centro de la conversación del sector del diseño, es una necesidad imperante que requiere toda nuestra atención").
Con esas características y exigencias, los productos Cityer aspiran a ser funcionales a la vez que responsables. "En toda nuestra cápsula", cuenta Carrascal, "hemos identificado hasta 19 beneficios, desde las fibras de alta tecnología con certificados de responsabilidad ambiental, la ergonomía y confort del patronaje hasta la estética atractiva para afrontar el día". Y es que, a lo largo de dos años, los creadores de Cityer han investigado y alineado a proveedores y colaboradores para verificar que cumplían los parámetros de responsabilidad en los entornos de trabajo, que los certificados de los materiales usados satisfacían la normativa internacional y que los test de elaboración de producto garantizaban la durabilidad de los mismos. "Esto es diseño responsable y ético", asegura el responsable de diseño de Cityer, "porque creemos fielmente que la capacidad movilizadora del mundo de la moda debe ser utilizada para generar propósitos mas allá de la estética. Dotar una marca y un producto de características funcionales vinculadas a valores de responsabilidad con el entorno y que estos impacten en toda la cadena de valor es clave para garantizar un cambio de mentalidad, y la manera como vemos el futuro de nuestra sociedad en ciudades más amables, menos contaminadas y más vivas".
Cuatro productos
En efecto, Cityer despega con una cápsula con cuatro productos que armonizan diseño, eficacia y sostenibilidad. En primer lugar está la Commuter Jacket, una preciosa chaqueta hecha con una membrana sostenible de 3 capas de material 100% reciclado, con una huella de carbono muy baja, libre de tóxicos y con alta tecnologia para repeler la humedad y mantener la temperatura corporal idónea. Una chaqueta completamente resistente al viento y la lluvia intensa durante más de una hora, y con un patronaje ergonómicamente estudiado para adaptarse al cuerpo y mantener la protección garantizando la máxima movilidad. La Commuter Jacket cuenta, además, con reflectantes de seguridad estratégicamente situados para darnos la máxima visibilidad, y añade todavía más confort gracias a los tirantes ubicados en el interior de la chaqueta, que permite llevarla con todavía más comodidad. La tenemos en la mano (pronto podrás leer nuestra prueba), y te lo garantizamos: por su fantástico diseño y características es un producto muy recomendable tanto para la movilidad activa como para el ocio.
Además, Cityer ofrece otras tres referencias enfocadas al ciclista urbano. La primera es la camiseta City-T, realizada con tejido Eco Dri-release de secado rápido, antibacterial, transpirable y muy agradable al tacto. La camiseta cuenta con una estampación en la parte posterior realizada con un artista local y creada con microparticulas que reflejan la luz cuando se está en movimiento, la mezcla perfecta entre estética y seguridad.
En su búsqueda de ofrecer soluciones sencillas a grandes problemas como la visibilidad de los riders, Cityer también lanza unas bandas reflectantes personalizadas para el brazo, la muñeca o el tobillo, con certificación 3M Scotchlight y que nos permiten ser vistos a gran distancia; y para los momentos de máximo confort ofrece los Tripped Socks, calcetines de lana preparados para mantener la temperatura corporal idónea.
Un ambicioso crowdfunding
Esta primera cápsula de Cityer ha sido lanzada ayer mismo, y puede adquirirse a través de una campaña en Kickstarter. "En múltiples ocasiones he asesorado a marcas que han confiado en esta plataforma para captar fondos y poder sacar a la luz sus proyectos", explica Guillem Márquez. "Pero", añade, "sea cual sea la plataforma, el ejercicio de generar un concepto, sacar un producto, crear una campaña y exponerla en el mundo real es la opción perfecta para medir la tracción de un proyecto. Es crear y alinear una estrategia económica, entrar en el mercado y ser avalados por el propio consumidor. ¡Es excitante ver como un proyecto en el que pones mucha pasión y recursos empieza a dar resultados!
La primera cápsula de Cityer ha sido lanzada a través de una campaña en Kickstarter, la opción perfecta "para medir la tracción de un proyecto y ser avalados por el propio consumidor".
Respecto a la relación con ese consumidor, Carrascal no tiene dudas: "Los canales de diálogo con el consumidor son importantes porque suponen un constante ejercicio de atender y escuchar", explica, "y hasta ahora lo hemos practicado en redes sociales recogiendo el feedback de consumidores y especialistas, realizando test de productos, hablando con tiendas, investigando junto a instituciones y asistiendo a ferias especializadas en movilidad urbana, tecnología y moda". El objetivo, por supuesto, es que toda esa información se traduzca en detalles dentro del producto, además de generando espacios posteriores de interacción como eventos, charlas o encuentros donde los usuarios puedan vivir la experiencia Cityer.
Sobre una bicicleta
Queda ahora hablar de aquellas personas a las que, sobre todo, se dirige todo este proyecto: los commuters. Los usuarios de la bicicleta en la ciudad. Aquellos que, a diario, se mueven gracias al ciclismo urbano. "Dentro del equipo Cityer", explica Carrascal, "tenemos a gente que se desplaza en tren, moto, bicicleta o bicicleta compartida o autobús. Todos manifestaban su inquietud por contar con un vestuario más cómodo y adaptado para la movilidad, pero también duradero y versátil. Cuando investigamos y vimos que la densidad urbana y metropolitana se disparará, creciendo hasta en un 60% en 2030, y analizamos la implementación en normativas medioambientales, tuvimos claro que las ciudades se transformarán de manera radical. En los últimos dos años esa transformación ya se ha acelerado, pero aún queda mucho por hacer".
"El ciclismo urbano es un mercado en desarrollo y potencial de crecimiento internacional" (Guillem Márquez Heredia, CEO de Cityer)
Y ahí está, por supuesto, la bicicleta y los/las ciclistas. "Durante mucho tiempo monté en bicicleta de montaña, y también me desplazaba en bici por la ciudad", asegura Guillem. "Pero el mercado era incipiente, la regulación no estaba tan desarrollada, no había carriles bici y ni se entendía la movilidad vinculada a diferentes dispositivos (scooter, patinetes, segways, etc) ni había accesorios de moda que no parecieran ropa de trabajo o deportiva". Fue entonces cuando, según reconoce, entendió que había otra manera de hacer las cosas. "Hoy veo que se abren infinidad de opciones", cuenta el CEO de Cityer, "y que este es un mercado en desarrollo, con nuevas opciones de inversión en movilidad, vinculaciones con otras marcas y potencial de crecimiento internacional en smart cities, como Sydney o Seattle, posean un claro compromiso con la regulación medio ambiental".
Bello y práctico
Por último, era obligatorio saber más sobre la impactante estética de sus productos. "Llevo veinte años en el mundo de la moda y el diseño", recuerda Edgar, "y he visto todo tipo de propuestas. En la actualidad el consumidor valora en primera instancia los beneficios o características del producto (ergonomía, durabilidad, responsabilidad, seguridad o confort) pero es exigente con el diseño, la propuesta estética y cómo entablas relación con él. Por eso, nuestra propuesta es atractiva porque une funcionalidad y diseño sin perder estilo".
Para Guillem, es el momento de "apostar por la innovación, y por eso trabajamos con partners como Sympatex o MaterFad. Es obvio que usar la membrana sostenible más liviana del mundo en una chaqueta impacta en el coste del producto, pero consideramos que los beneficios para el consumidor y el entorno son mayores. Somos conscientes de que, ahora mismo, la sostenibilidad no es considerada económica, pero la tecnología avanza rápidamente y beneficia el desarrollo del diseño. Nuestra estrategia económica esta alineada y preparada con un crecimiento sostenido y estable, además de acompasada con la estrategia de lanzamiento y producto. El resultado es una apuesta clara por el Eco Diseño".