Ciudades

Bicibús: en bici al colegio para reescribir el futuro

Lo que era una pequeña iniciativa particular en Vic, Cataluña, ha ido creciendo y suma cientos de niños que quieren ir en bicicleta al colegio. Helena Vilardell y Eduard Folch nos explican su Bicibús, que no para de sumar pequeños ciclistas en Barcelona.

La bicicleta es un arma… cargada de futuro. La frase no es del todo original (se inspira en un poema de Gabriel Celaya, La poesía es un arma cargada de futuro), pero sí inspiradora y cierta. Porque los más pequeños son motor de cambio: dales bicicletas y buenas condiciones para usarlas y tendrás adultos más saludables, autónomos y, por supuesto, ciclistas.

Dales, además de palabras, hechos y ejemplos. Como el de Helena Vilardell y Eduard Folch, que desde hace un año están empeñados en que los niños de su zona, la comarca barcelonesa de Osona, puedan ir al colegio pedaleando. “Los niños son los que tiran del carro, son el motor del cambio. Ellos tienen el poder y son los que cambiarán las ciudades y el mundo”, explica Folch.

“Los niños son los que tiran del carro, son el motor del cambio. Ellos tienen el poder y son los que cambiarán las ciudades y el mundo”

Pero hay que ayudarles. Eso fue lo que hizo Helena, profesora de la escuela Elpetitmiquel de Vic, cuando con una compañera decidió poner en marcha un primer Bicibús en el colegio. “Cogimos a nueve alumnos en febrero de 2020”, recuerda, “y nos pusimos manos a la obra. Nos reunimos, recorrimos los trayectos, les mostramos y acompañamos en las zonas más complicadas y vimos que funcionaba. Tuvimos que parar por la pandemia pero, a principios de este curso, quisimos recuperarlo, Osona amb Bici se ofreció a ayudarnos y aquí estamos, con quince líneas de Bicibús en la comarca”.

Gracias al Bicibús, más de 220 niños pueden ir pedaleando al colegio.
Gracias al Bicibús, más de 220 niños pueden ir pedaleando al colegio.

Para quién no lo sepa, llamamos Bicibús a un trayecto en bicicleta hasta la escuela, formado por un grupo de niños y adultos pedaleando. “Los adultos, a los que llamamos motores, les acompañamos y formamos para saber cómo circular por la ciudad", explica Helena. "Eso permite que al poco tiempo ellos puedan hacerlo de forma autónoma y, claro, que al llegar al colegio estén a tope, dinámicos, y conociendo su ciudad mucho mejor. Y no solo eso: también la ciudad, sus automovilistas, los conocen y se acostumbran a ellos, reduciendo sus velocidades y moviéndose más a su ritmo".

Todo el proyecto se ha englobado en Canvis en Cadena, web que aspira a dotar a los centros educativos y todo tipo de instituciones de herramientas e información para fomentar la bici y la movilidad sostenible entre los niños y jóvenes. Además, Eduard lanzó la app BusBici para agrupar la información de proyecto, responder preguntas frecuentes o, por supuesto, permitir a los padres ver las rutas ya existentes y cuántos niños hay ya apuntados en cada una de ellas.

El colectivo Canvis en Cadena ofrece una app para que, entre otras cosas, los padres vean las rutas existentes o los niños apuntados en cada una.

El resultado es esperanzador: de la experiencia original en el colegio Petit Miquel se ha pasado a nueve escuelas de Osona (siete en Vic y dos en Sant Julia de Vilatorta, con quince líneas de Bici Bus y más de 220 niños inscritos. Desde el País Vasco, Alicante o Madrid les han contactado para repetir la experiencia, organizándose sesiones formativas online para explicar el proceso y cómo clonarlo. Y, gracias a la intervención del Area Metropolitana de Barcelona, el proyecto acaba de lanzarse en Gavá (escuela Gavà Mar), Sant Cugat del Vallès (escuela Pi d’en Xandri) y Barcelona (Colegio Reial Monestir de Santa Isabel).

Hablamos con los responsables del Bicibús creado en Osona, Barcelona.
Hablamos con los responsables del Bicibús creado en Osona, Barcelona.

“Después de aguantar mil atascos camino al cole", asegura Helena, "los niños son los primeros en convencer a su familia. Sus padres ponen excusas como el mal tiempo, el peligro o, simplemente, que a ellos les viene bien porque llevarles en coche les pilla de camino al trabajo. Pero terminan aceptando porque, además de pedírselo su hija, ven que otra familia amiga lo hace o que críos de otros pueblos, a cinco kilómetros, también se animan. Y hay algo más: de momento solo lo hacemos los viernes, y el hecho de recogerles a la salida del cole a las cinco de la tarde pedaleando permite disfrutar, después, de una maravillosa tarde ciclista en familia”.

"A los niños les encanta ir pedaleando al colegio, pero necesitan hacerlo de forma segura y autónoma. La administración pública debe permitirlo: es hora de que deje de fomentar ciudades cochecentristas”

Ayuntamientos y escuelas, por supuesto, también deben implicarse. Según Canvis en Cadena en algunas de estas escuelas ya llegan en bici hasta un 10% de los alumnos, una cifra creciente que exige aparcamientos e infraestructura. “Ya no somos cuatro gatos”, explica Eduard, “sino más de 150 familias involucradas, que ven cómo sus hijos quieren ir al cole en bicicleta y que exigen infraestructuras. El Bicibús muestra claramente que a los niños les encanta ir pedaleando al colegio, pero necesitan hacerlo de forma segura y autónoma. Por mil razones la administración pública debe permitirlo: es hora de que se ponga las pilas y deje de fomentar ciudades cochecentristas”.