¿Cómo se presenta 2017 para Specialized?
Con mucha ilusión, como siempre. Con ganas de seguir en la misma línea que llevamos. Tenemos un gran producto y los precios están un poco más ajustados que el año pasado debido a la bajada del dólar, lo que nos favorece a todos. Así que creo que se dan una serie de circunstancias que nos invitan a pensar que este va a ser un buen año. Por otra parte, hay mucho cliente nuevo: gente que tenía la bici abandonada y ha retomado la ilusión de montar en bici. Eso es muy importante. Debemos abrir el abanico y recibir a esta gente nueva.
Al mismo tiempo, ¿cuál es vuestro balance de 2016?
Ha sido un año complicado. Y pese a ello, el balance es positivo, porque hemos crecido. Hubo una crisis a principios de año y se produjo un parón importante, pero al final hemos conseguido remontar y las cosas han acabado cuadrando.
En esa remontada juega un papel esencial vuestra apuesta por la bicicleta eléctrica con las Turbo Levo…
Sí. Para nosotros ha supuesto un cambio radical. Cuando sacamos la primera Turbo Levo todo el mundo decía que íbamos tarde. Y nosotros respondíamos con una frase: no hemos llegado tarde, sino en el momento adecuado y con el producto adecuado. Y el tiempo nos ha dado la razón: la Turbo Levo está siendo un éxito de ventas a nivel internacional que incluso nos ha sobrepasado. Creo que la clave está en el diseño y la integración de la bici, que se han salido de la norma. Hasta ahora, muchas bicicletas eléctricas eran bicis normales con un motor debajo. Nosotros la hemos diseñado desde cero. Y además hemos creado una app que marca la diferencia, con la que puedes controlar al detalle los tres modos de asistencia al pedaleo, además de geoposicionarte, recorrer rutas preestablecidas y otras mil filigranas.
Cuando sacamos la primera Turbo Levo todo el mundo decía que íbamos tarde. Y nosotros respondíamos con una frase: no hemos llegado tarde, sino en el momento adecuado y con el producto adecuado
¿Cómo veis el ciclismo urbano desde Specialized? ¿Qué momento crees que vive y qué significa eso para el mercado?
Afortunadamente, desde hace muchos años tengo la suerte de poder viajar y ver cómo se mueven las cosas a nivel de ciclismo urbano en otras ciudades de Europa. Eso te hace darte de lo mucho que nos queda por crecer en este aspecto. Pero creo ese crecimiento tiene que ir parejo con las infraestructuras ciclistas. Una ciudad como Amsterdam está preparada, hay carril bici por todas partes y el tráfico motorizado respecta al ciclista. En líneas generales, hay una cultura que facilita que la gente pueda salir de manera natural de salir con la bici y saber que no les va a atropellar un coche o un tranvía.
No me explico cómo día tras día hay semejantes atascos, cuando mucha gente podría combinar la bicicleta con el transporte público
¿Tendremos esa cultura de movilidad algún día?
Hemos mejorado, pero nos queda mucho para llegar a ese nivel. Y eso se plasma en algunas de nuestras costumbres. Por ejemplo, somos mucho de ir solos en coche al trabajo desde las afueras y no compartir nada. Si yo tengo mi coche y voy con mi calefacción, mejor que si tengo que ir en tren o transporte público. Recuerdo aquel caso tan curioso del conductor que viajaba con un maniquí para poder utilizar el carril VAO de la carretera de La Coruña. Es tremendo. No me explico cómo día tras día hay semejantes atascos, cuando mucha gente podría combinar la bicicleta con el transporte público. Pero más allá de las infraestructuras, las empresas también tienen trabajo que hacer. Nosotros vivimos en una burbuja: en las oficinas tenemos aparcabicis, taquilla, ducha… en muchas otras empresas aún están a años luz de eso. En cualquier caso, quiero ver todo este trabajo que queda por hacer como algo muy positivo, pues significa que el margen de crecimiento es grande.
¿Cómo es el cliente de Specialized?
Por lo general, el cliente de Specialized es alguien apasionado por la marca. Creo que eso se debe al producto que tenemos y a nuestra manera de hacer las cosas. Pretendemos innovar constantemente, y situarnos como una marca que pretende hacer siempre el mejor producto para beneficio del ciclista, sea del tipo que sea: de montaña, de carretera o urbano. Creo que el consumidor percibe ese esfuerzo y ese compromiso y se siente identificado y orgulloso. En ocasiones hasta nos sorprende: hay gente, más de uno, que se ha tatuado la S de Specialized en el cuerpo.