“En la sociedad sigue existiendo miedo a convertirse en ciclista”. Con estas palabras, el reputado sociólogo Dave Horton, uno de los más famosos del mundo que vincula sociedad y bicicleta, comenzó su intervención en Velo City 2013.
La cita anual del ciclismo mundial, que pretende tomar el pulso al estado de la bici a nivel global, celebra en Viena su 33 aniversario batiendo récords de asistencia: más de 1.400 asistentes de más de 50 países. “La bicicleta vive uno de sus mejores momentos”, se comenta en los pasillos del imponente Ayuntamiento de Viena, que acoge la cita.
Todo es posible
Inversiones, industria, salud, obligatoriedad del casco o cambio social son algunos de los temas que se hablan en los múltiples eventos que tienen lugar. Aunque la mayoría de los ponentes coinciden en que la bicicleta ya ha eclosionado, “seguimos en un momento de potencialidad donde todo es posible”, matiza Pedro Malpica, sociólogo sevillano ganador de uno de los Cycling Visionaries Awards, que premian la innovación a pedales. Uno de los españoles que, desde diferentes áreas, se ha presentado en la cita.
Como no podía ser de otra manera, la obligatoriedad del casco en España ha copado la atención de varios de los ponentes. “El trabajo que estáis haciendo tiene que seguir”, aconsejaba la estadounidense Sue Knaup, directora de OneStreet y líder global contra el uso del casco obligatorio. Estaba asistiendo a la ponencia de Ricardo Marqués, que mostraba un elaborado trabajo (que podría considerarse de referencia) sobre los efectos de la obligatoriedad del casco en España.
“Tenemos que usar todas las armas que tenemos para que la gente se suba a la bici”
Entre las tendencias globales se puede reconocer el reconocimiento de la moda como divulgador de otro modelo de movilidad. El mediático Mikael Coolville Andersen, urbanista danés creador del movimiento Cycle Chic, se paseó por el congreso acaparando la atención de todo el mundo.
“Es importante la manera en la que transmitimos las cosas; tenemos que usar todas las armas que tengamos para que la gente se suba a una bici”, cuenta en la puerta de la fiesta Cycle Chic de la ciudad. Además de Coolville, un par de desfiles se colaron en el congreso mostrando la fuerza que tienen las dos ruedas como elemento de marketing y “que se debe explotar”, comentaban los asistentes.
Mucho por hacer
A pesar de que el público no necesita ser convencido de los beneficios de las bicicletas, en los pasillos y en el precioso patio del Rathaus resonaba el debate. Unos hablan sobre la relación estratégica entre peatones y ciclistas; otros, de la manipulación política o de cómo la economía, los beneficios sociales, los costes de salud y la crisis, puede ayudar a inclinar la balanza a favor de proyectos relacionados con las dos ruedas.
Un ambiente en el que el mundo del ciclismo no solo se autoreconoce y se lanza piropos sino donde la discusión también está presente. “Esto es una lucha. Cuando nos reunimos parece que todo va mejor, pero aún hay mucho que hacer”, cuenta un asistente. Por eso, un trasunto de aborigen australiano se pasea entre el público: ya están preparando el siguiente VeloCity en Adelaida.