Desde primera hora del pasado jueves, más de cien ciclistas han salido a las calles de Valencia para intentar ayudar a los afectados por la catástrofe que vive la zona. Y lo han conseguido: desde el Espai La Rambleta, y a través de la Pasarela ciclopeatonal Jorge Meliá Lafarga, los ciclistas han cruzado el río Turia y alcanzado lugares como Paiporta, Benetússer y otras muchas zonas a las que era imposible acceder de otra manera.
La idea surgió de Juan Dual, un conocido cicloviajero local que, al ver las dificultades que tenían coches, ambulancias, furgonetas y otros medios de transporte de llegar a los lugares más afectados, pensó que sobre una bicicleta sí sería posible hacerlo. Y así fue: convocó a unos cuantos conocidos ciclistas, y unas cuantas horas más eran decenas los que hacían el viaje de ida y vuelta acercando materiales de primera necesidad a las víctimas de la tragedia.
"La situación es una película de ciencia ficción: un auténtico caos, gente vagando por las calles, coches tirados de cualquier manera. No hay forma de describir esto" (Juan Dual)
"Estoy cansado, pero también emocionado por todo lo que está pasando", nos cuenta Juan Dual. "La situación es una película de ciencia ficción: un auténtico caos, gente vagando por las calles, coches tirados de cualquier manera. No hay forma de describir esto. Llevamos dos días haciendo viajes en bicicleta a la zona, pero cada vez que entras sientes que es demencial. Se ha ido todo muy de madre, y esto no se va a solucionar hasta dentro de unos meses".
"Hay más de 13.000 kilómetros cuadrados afectados por el desastre, pero yo estoy viendo toda la zona sur de Valencia, llena de ciudades dormitorio, completamente arrasada. No es sólo el agua: piedras, coches, árboles... Es como metralla. No tengo ni idea de datos", explica Dual, "pero es muy loco. No hay manera de describirlo".
Los ciclistas están intentando canalizar la ayuda necesaria. "Está todo colapsado, tienes que dejar espacio para ambulancias, policías o bomberos, los coches atascan, y se está demostrando que nosotros, en bicicleta, podemos ayudar. Tenemos un punto donde recogemos los productos, en el Espai La Rambleta, y desde ahí hacemos grupos de cinco o diez ciclistas que hablan con las asociaciones vecinales para que nos digan qué necesitan".
"Está todo colapsado, tienes que dejar espacio para ambulancias, policías o bomberos, los coches atascan, y se está demostrando que nosotros, en bicicleta, podemos ayudar" (Juan Dual)
En La Rambleta han abierto las puertas para estos voluntarios, y es donde se están almacenando los productos para después repartir, además de ofrecer duchas y cuartos de baño. "En algunos sitios no había forma de hacer llegar la ayuda. Había pañales, había leche... Pero la única forma de hacer llegar todo eso era en bicicleta. Valencia está totalmente colapsada".
"Yo voy con una gravel, equipada con ruedas para hacer ultramontaña, y me puedo meter en cualquier lado... Pero mi mecánico me va a matar. Cualquiera que se meta en esto con su bicicleta va a tener que desmontarla después", explica Dual. "Y, además, hay mucha tensión. Ir por libre no me parece recomendable: creo que es mejor juntarnos todos en La Rambleta, donde hay una organización, se organizan y gestionan grupos, y hay liderando gente que ya tiene mucha experiencia moviéndose en bicicleta. Hay que organizarse, porque esto es un desastre, y si encima nosotros hacemos más desastre... Van a prohibir entrar en bicicleta".
Guantes y mascarillas
Hay cadáveres. Aguas fecales. Y la gente está haciendo sus necesidades en cualquier sitio. Comida en descomposición. Todo eso en un ambiente lleno de agua, de barro. Por eso, hay que ir también protegido con guantes y mascarillas. "A partir del tercer día es necesario, porque si no los voluntarios se van a enfermar, van a colapsar también hospitales y urgencias y la situación va a ser todavía peor". También la gente "tiene que estar acostumbrada a rodar en circunstancias de estrés muy grandes: pitidos, caos... Y que traigan recambios, porque las condiciones son terribles. Es muy fácil pinchar".
"Llevaré cámaras porque está pinchando muchísima gente", explica Silvia López, de Todobici, "y le pediría a la gente que viene que traiga cosas básicas para salir a rodar. Hay gente que ha venido desde muy lejos con las dos ruedas pinchadas... Cada día será una historia distinta, quizá mañana será más fácil, porque yo hoy no me he podido acercar con mi bicicleta, una eléctrica de paseo. Pero he visto bicicletas de todo tipo y toda ayuda es buena: que venga toda la gente que pueda, en algo podrá colaborar, y que después los más aventureros y preparados lo acerquen".