La conocida app para móviles Strava, con la que puedes registrar y compartir tus rutas en bicicleta o a pie, puede ser un arma de doble filo. Al menos si eres político, olvidas apagarla y cometes una infracción.
El político escocés Willie Rennie, del partido liberal demócrata, está hoy en el centro de todas las miradas por rebasar los límites de velocidad a bordo de su vehículo. En una información publicada por el diario británico Daily Record, de la que se hace eco la web Cycling Weekly, se desvela que el líder acudió al encuentro Pedal on Parliament en Edimburgo, una cita en la que los ciclistas piden más y mejores infraestructuras. Allí registró el paseo con Strava, para después coger su coche y desplazarse hasta su domicilio… sin haber apagado la app. Por el camino, y tal y como atestigua la ruta, Rennie circuló a una velocidad sospechosamente veloz para una bicicleta: 130 km/h, en una carretera limitada a 110.
El político rebasaba en 20 kilómetros el límite de velocidad
“Strava es una aplicación para medir actividades deportivas como correr o el ciclismo, no para controlar la velocidad de los conductores”, ha declarado un portavoz de su partido. “Rennie siempre respeta los límites de velocidad, y dudo que lo haya rebasado esta vez. Sin embargo, siempre es una buena ocasión para recordar la importancia de conducir de manera segura”, ha apuntado este portavoz.
La anécdota sirve para reabrir el siempre encendido debate sobre el derecho a la privacidad y las nuevas tecnologías. ¿Hasta qué punto estamos permanentemente localizados gracias a aplicaciones como esta? ¿Siempre queremos estarlo? Y en el caso concreto del líder escocés, ¿es lícito hacerse eco, gracias a una de estas aplicaciones, de un comportamiento incívico por parte de un político?