Transparent se ha ganado un lugar de excepción entre los amantes de la mejor ropa ciclista. Desde su sede en la localidad madrileña de El Escorial, que es al mismo tiempo, vivienda, taller y oficina, la marca se ha desmarcado por méritos propios gracias a sus productos fabricados a fuego lento, siempre primando la calidad y el buen hacer por encima de todas las cosas.
La nueva colección es perfecta prueba de ello. Sobre ella reflexiona David Mayor, 50% de Transparent. “La calidad es aún mayor: queremos diferenciarnos con un producto todavía mejor, más elaborado, con más detalles y nuestro toque de distinción. Ya que hacemos algo que cuesta mucho hacer, procuramos ir siempre un paso más allá”, cuenta a Ciclosfera. Y es que, tal y como cuenta David, “cada prenda lleva tras de sí mucho ensayo y error. Queremos que el cliente vea que ha sido específicamente fabricada para él”.
El proceso de diseño de las colecciones de Transparent es parte del secreto de la fórmula ¿De dónde procede la inspiración? “Siempre empezamos echando un vistazo al sector”, revela David. “Los diseños nacen a partir de las bicicletas, los maillots, los colores que se llevan… De ahí lo llevamos a la ropa de calle. Nos inspiran esos colores y esas tendencias ciclistas, aunque los maillots de los equipos profesionales también son muy inspiradores”.
Un momento difícil
El momento que vive el mercado de la ropa ciclista no es sencillo. “A finales de este mes cumplimos cuatro años. Veo las marcas que empezaron entonces y me da la sensación de que no les va bien. La ropa para ciclistas urbanos no es un mercado muy maduro en España”, lamenta David. “Pero hay gente a la que le gusta mucho, y es un hecho: cada colección factura el doble que la anterior. Queremos mantener esa filosofía. No tenemos prisa en vender mucho, porque vivimos fundamentalmente de la ropa personalizada y a medida para empresas, que es lo que nos paga las facturas”.
Esa libertad no va reñida con la eficiencia y la rapidez, ambos atributos marca de la casa. “Lo bueno es que, como somos pequeños, somos muy rápidos. Tenemos un contacto muy cercano y directo con los clientes, que nos llaman y nos preguntan cualquier duda o incluso nos critican si cometemos algún fallo. Porque a la gente lo que más le gusta es el proyecto de Marta y David. Esa idea de proyecto que ha ido madurando poco a poco hace que la gente se sienta identificada con nosotros. Es nuestra seña de identidad”.
Y es que, en Transparent, cada paso es un aprendizaje. “Por ejemplo: ahora estamos haciendo gorras”, cuenta David. “La primera tardamos una barbaridad en hacerla, pero ahora vamos mucho más rápido. Esos errores del día a día es lo que nos lleva a donde estamos hoy. Hay que cometer errores para crecer”. Una filosofía con la que, sin duda, les auguramos un futuro brillante.