Presentada en 1954, la colección Tissot Visodate revolucionó el mundo de la relojería. La marca de relojes suiza acababa de celebrar sus primeros cien años (fue fundada en Le Locle, Suiza, en 1853), y para conmemorarlo creó una línea que resumía parte de las obsesiones de la firma: tecnología, eficacia y estilo. El resultado fueron unos relojes históricos, objeto de deseo por parte de coleccionistas, en los que destaca un detalle tan estético y práctico como, por aquel entonces, moderno: el visor con la fecha, el Visodate que da nombre a la colección.
Toda una declaración de intenciones que, muchas décadas después, sigue provocando tanta curiosidad como admiración. Algo que ha llevado a Tissot a crear los nuevos Tissot Heritage Visodate, ejemplos de elegancia clásica y todo un homenaje a la contención, sencillez y respeto a las tradiciones.
Una de ellas, desde luego, se ha conservado: los nuevos Tissot Heritage Visodate conservan la legendaria apertura a las 3 en la que leemos la fecha. Pero también el respeto y devoción hacia los mejores materiales, el uso de acero de la más alta calidad, su resistencia a la corrosión o la ligereza de muchos de sus elementos (el peso, según la correa empleada, oscila entre los 55 y los 82 gramos).
Un reloj con lo mejor de dos mundos: el moderno y el eterno. Con maquinaria de cuarzo, cristal de zafiro, índices y agujas en acero inoxidable y una esfera de 40mm de diámetro. Una familia formada por varios modelos con esferas de distintos colores, correas metálicas o cuero y, siempre, con un acabado afín a los años cincuenta y al estilo mid century, apropiado para mujeres y hombres.
Lo exclusivo no tiene por qué ser caro, sino que es cuestión de cuidado, gusto y sentido común. Los Tissot Heritage Vintage tienen tres precios recomendados, desde 295€ a 355€. La familia ya está disponible, aunque pronto llegará otro miembro, con la esfera en azul.