La imagen era impactante por su indudable fuerza visual. Cientos de ciclistas tendidos a las puertas del Parlamento británico con un objetivo: llamar la atención sobre la necesidad de una mayor seguridad para los ciclistas.
La acción, bautizada como The National Funeral, tuvo lugar la semana pasada en Londres, y forma parte de la campaña Stop Killing Cyclists. Los manifestantes exigieron al gobierno británico una inversión de 2.000 millones de euros al año en ciclismo, según informó el diario *The Daily Mail, *además de una “red nacional de carriles bici protegidos” y detener la “contaminación letal del transporte que mata a las personas que caminan y van en bicicleta”.
Los organizadores buscan construir un enfoque pacífico pero más radical, de cara a luchar por una infraestructura más segura
Los ciclistas siguieron a un coche fúnebre tirado por caballos a lo largo de la protesta pacífica y depositaron flores en el ataúd antes de que comenzara lo que denominaron “la matanza”. Cientos de personas se dejaron caer para representar una “muerte en escena” organizada. Los organizadores de la campaña apuntan que su planteamiento pasa por “construir un enfoque pacífico pero más radical, de cara a luchar por una infraestructura más segura”.
No es la primera vez que se organiza una campaña como esta. En 2013, el grupo organizó una protesta similar. Su impulsor, Donnachadh McCarthy, declaró entonces al diario The Ecologist que los ciclistas tendidos en el suelo representaban “a los miles de usuarios vulnerables de la carretera muertos y heridos en Londres desde 2008”. Como en esta ocasión, todos ellos permanecieron en el suelo, en absoluo silencio, durante 15 minutos. Pasado ese tiempo se levantaron, aplaudieron y tocaron sus timbres.