¿Cuántas veces hemos repetido lo importante que es una buena mochila para un ciclista urbano? Pues bien: lo mismo podrían decir muchas personas de un bolso o de una bandolera. Un poco de todos estos accesorios, fundamentales en el día a día, tiene la XLC Shoulderbag BA-S91, que hemos estado probando durante estas últimas semanas en la redacción.
El precio de esta bolsa es de 70€ y la marca, la alemana XLC (de la que ya hemos hablado en distintas ocasiones), la cataloga como “de mensajero”. Es cierto que tiene algo de eso, sobre todo en lo que respecta a su dureza y capacidad, pero se acerca también mucho a las necesidades de cualquier profesional urbano.
Eso sí: la XLC Shoulderbag se atreve, todavía, a un ir un paso más allá, y tener ciertas aspiraciones “cicloturistas”. Porque, y esto la diferencia completamente de la gran mayoría de productos similares, cuenta además con un enganche trasero, perfectamente disimulado, para asirla con total seguridad al cuadro de una bicicleta como cualquier otra buena alforja.
¿Completa? Mucho. Pero ese “valer para tantas cosas”, quizá, también la aleja de la perfección… aunque la haga idónea para un propósito determinado. En los próximos párrafos hablaremos de defectos y virtudes: no en vano… ¿no es esto una prueba en profundidad?
Capacidad
La XLC BA-S91 es una bolsa para hombro que, también, puede engancharse al cuadro de la bicicleta. Pesa 1,360 kilos, lo que no la hace demasiado ligera pero que compensa por su dureza. Doblada y cerrada completamente mide 40 centímetros de altura, 35 centímetros de anchura y, aproximadamente, 15 de profundidad. La marca no da una capacidad oficial, pero después de hacer nuestros cálculos nos encontramos con que alcanza unos 25 litros, algo más llenando sus distintos bolsillos externos.
El compartimento interior y más grande está acolchado, forrado con una tela blanca de buena calidad y que incluye distintos sub-compartimentos. El primero y más grande cuenta con una cremallera y abarca casi toda la parte trasera de la bolsa. La tela es distinta, de rejilla, y tanto al tacto como a la durabilidad parece algo menos conseguida: ese espacio parece idóneo, eso sí, para alojar un ordenador o una tableta de, según la marca, hasta 15 pulgadas.
Sin ser demasiado grande, esta bolsa XLC nos permite llevar un ordenador de buen tamaño y bastantes más cosas, gracias a distintos bolsillos.
Inmediatamente después hay otro bolsillo, muy grande, en el que también puede caber perfectamente un ordenador o una tableta, y ambos comparten una cinta con velcro para terminar de asegurarlos y protegerlos, sobre todo de posibles robos. El acolchado delantero de este segundo bolsillo es particularmente agradable, y desde luego refuerza la buena sensación general que nos dan todos los productos de XLC. El resto es diáfano… pero con “truco”: otros dos bolsillos laterales internos, muy disimulados, recorren toda la mochila de arriba a abajo. Se cierran con dos tiradores de velcro duro y son prácticos para dos cosas: o bien para guardar algo largo, y que así quede separado del resto del equípaje, o para esconder algo al fondo, ya que el acceso es algo complicado.
Exterior y materiales
La bolsa XLC BA-S91 es exteriormente negra, muy discreta y hecha con un material muy resistente. El cierre se realiza plegando la parte superior, y enganchándola a alguna de las cuatro cintas que lleva bordadas en la parte frontal. Las cintas están cosidas con un llamativo hilo rojo, y el efecto, tanto estético como práctico, es excelente: son muy robustas y bonitas. Como en cada vez más modelos de mochilas, se recurre a una hebilla metálica para enganchar a esas cintas: la de la XLC es muy cómoda, parece de buena calidad y cierra a la perfección la bolsa.
En su parte externa encontramos otros dos bolsillos laterales, también dos clásicos de tela elástica y de rejilla, y otro frontal con cremallera. La capacidad de los dos bolsillos laterales es suficiente para transportar unas botellas no demasiado grandes, y la frontal es amplia y relativamente segura.
La bolsa apenas tiene más detalles para embellecerla: además del ya mencionado hilo rojo de las tiras, en la parte frontal está el logo de la marca XLC, apenas visible y en goma negra. Todo lo demás tiene su lógica, y es hacernos más visibles: el logo de la marca vuelve a estar presente en ambos laterales, con letras reflectasteis, y otros cuatro detalles reflectantes se ubican en cada esquina. Por cierto, esos cuatro detalles son tiras de las que podemos enganchar una rejilla adicional, elástica y también de rejilla, en la que podemos transportar un objeto relativamente voluminoso: en este caso, evidentemente al hablar de una bolsa ciclista, lo más lógico es pensar en un casco.
La XLC puede engancharse fácilmente a cualquier transportín, transformándose así en una practiquísima alforja.
Para transportar la bolsa tenemos, definitivamente, dos opciones. La primera es con las correas ajustables, que parten de ambas esquinas superiores y están pensadas para llevar la bolsa al hombro. Estas correas pueden ponerse y quitarse fácilmente, y parecen tan resistentes que, incluso, podríamos definirlas como espartanas, ya que su tacto no es demasiado agradable. Nos parece más lograda, en ese sentido, la forma de enganchar la bolsa a la bicicleta como una alforja: en la parte trasera encontramos unos ganchos de fijación ‘R&K Vario’, que quedan perfectamente asidos a casi cualquier transportín trasero. En nuestro caso, lo hicimos en la recién lanzada Specialized Turbo Como, y el resultado es estupendo: bicicleta y accesorio realzan la belleza del otro, y la practicidad de multiplica. ¡Nos encanta!
Conclusión
La bolsa XLS no nos fascina como mochila, pero sí nos gusta, y mucho, como alforja. Por su precio, 70€, es recomendable si vamos a llevarla mucho tiempo enganchada a la bicicleta: es muy resistente, está muy bien terminada y es práctica gracias a sus distintos bolsillos. Tiene, además, una pequeña red para enganchar el casco.