Es la propia bici la que contiene la carga: además de protegerla con su estructura, permite bajar el centro de gravedad incrementando la estabilidad.
La idea fue del fabricante suizo Tato, que pensó en las necesidades de tantos y tantos ciclistas urbanos que tienen cada día que transportar una maleta o un maletín. Su solución fue el llamado CSSB (Central Storage System for Bicycles), en el que cabe una maleta de hasta 400 x 320 x 95 milímetros.
La marca asegura que, además de no afectar a nuestra estabilidad, el sistema aumenta de manera notable la comodidad (si vamos con prisa no hay nada que atar o enganchar) y la seguridad en caso de caída, ya que el objeto transportado (por ejemplo, un frágil ordenador portátil) se verá protegido por el chasis.
Por 1440 dólares (poco más de 1050 euros), la bicicleta viene equipada con componentes Shimano, frenos de disco, suspensión delantera y 21 marchas.