“Es verdad: los suizos no fabricamos coches”, dicen desde Stromer, marca fundada por Thomas Binggeli en 2009 y ubicada en la hermosa Berna. “Pero hacemos algo mejor, bicicletas eléctricas que ofrecen potencia, versatilidad y, además de respeto al medio ambiente, elegancia”.
La ST2, al menos, gustó en Eurobike, donde fue premiada al ser considerada “la primera eléctrica completamente conectada de manera digital, gracias a una aplicación propia, tarjeta SIM y contar con Bluetooth, GPS y GSM”.
En efecto, la ST2 aspira a combinar la reputada eficacia suiza con todo lo que uno espera de una eléctrica. Su motor ofrece una potencia de 500W y un par motor de 35Nm, con una autonomía que, según la marca, puede llegar a los 150 kilómetros. La batería puede recargarse a través de la red eléctrica, por supuesto, pero también a través de las frenadas y nuestro propio pedaleo. Y las prestaciones son supersónicas: al menos en su país, el pedaleo asistido no cesa hasta los 45km/h.
Pero, probablemente, lo que más llama la atención de esta bicicleta es su conectividad. El corazón del sistema se llama Omni, una interfaz gráfica que nos muestra en tiempo real nuestro rendimiento (velocidad máxima y media, distancia recorrida), nos muestra los mensajes o llamadas que recibimos a través del teléfono móvil y, sobre todo, que actúa con una aplicación de la marca para bloquear la bicicleta, ejercer de navegador o localizarla a través del GPS si nos la roban.
Como sugiere su estética, hablamos de una bicicleta de altas prestaciones. Aunque hay dos versiones (Sport y Confort), ambas vienen equipadas con un cambio Shimano de 20 velocidades, frenos hidráulicos de disco, neumáticos Schwalbe BigBen (de 17”, aunque en la Sport pueden ser de 20”) y horquilla de carbono.