Bicicletas

Stefan Schott, de 8bar: “En Alemania la bicicleta está sustituyendo al coche como símbolo de estatus, y eso es bueno”

Con sus coloridos modelos y su presencia habitual en los criteriums más importantes, la marca berlinesa 8bar es cada vez más popular entre los ciclistas urbanos. Ahora, además, está lanzando modelos de carretera y aventura: entrevistamos a su creador y responsable, Stefan Schott.

¿Cuál es la historia de 8bar?

Fundamos la compañía en 2011, con el objetivo de poder ofrecer una bicicleta totalmente personalizable. Así que, como lamento diferenciador, pusimos en marcha una web donde cada persona pudiera elegir los colores del cuadro, sus componentes, el manillar, hasta encontrar su bici perfecta.

Algo que, entonces, era bastante novedoso.

Sí, porque casi nadie ofrecía tal nivel de personalización. La gente experta podía construir su propia bici, pero no era fácil, si no tenías muchos conocimientos ni experiencia, poder construirte una máquina tan a tu gusto.

¿Qué relación tenías tú con el mundo de la bicicleta?

Cuando era joven competía en pruebas de carretera, y mi padre tenía una tienda de bicis. A la vez estudié ingeniería, me adentré en el mundo de las fixies y el piñón fijo y fue creciendo mi pasión por el ciclismo.

¿Cómo ha evolucionado 8bar?

Empezamos ofreciendo un único modelo de single speed, y ahora ofrecemos hasta cinco cuadros orientados, también, a otros campos como el ciclocross o la carretera. Seguimos creciendo año tras año y abriendo mercados, y fabricamos entre 800 y 1000 bicis anuales.

Con el mismo modelo de negocio…

Sí, nuestro principal canal de venta es la web, porque mucha gente se sigue queriendo configurar su propia bicicleta. Pero también vendemos modelos en otras tiendas, y contamos con un local en Berlín para la gente que quiere probar todas nuestras opciones.

Showroom de 8bar en Berlín.
Showroom de 8bar en Berlín.

¿Cuáles son vuestros principales mercados?

El más importante sigue siendo Alemania. Después Francia, España y Suiza.

¿Qué te gusta más de tus bicicletas?

Que cada una sea distinta a la otra, que sean del gusto de la persona que las va a usar. Su diseño minimalista. Y que los componentes carezcan de logos, que sean completamente negras, para que la gente no vea tu bicicleta llena de marcas comerciales.

¿Qué os llevo a lanzar modelos más allá del single speed?

Queríamos desarrollar algo nuevo cada año, siempre según nuestras propias experiencias y necesidades. No quiero vender una bicicleta que yo no usaría, y según fui probando cosas nuevas fuimos lanzando novedades. Fue una buena decisión, porque nuestro mercado ha crecido.

¿Hacía dónde crees que evolucionareis los próximos años?

A la montaña y la aventura, y emplear más cuadros de acero. Al principio nos centramos en el aluminio, pero la demanda de cuadros de acero está creciendo: es un material duradero y sólido, y muy apropiado para las bicis de aventura.

¿Cuál fue tu última aventura ciclista?

Me fui ocho días a Marruecos, para probar nuestra bici. Una prueba muy intensa, durante todo el día, para después dormir por ahí en una tienda de campaña… ¡Maravilloso!

¿Cómo ves el panorama?

Además de bicicletas hacemos camisetas, ropa para ciclista, accesorios… Y vemos que el mundo de la bicicleta crece. En Alemania, por ejemplo, la gente se ha dado cuenta de que es bueno invertir algo más de dinero para comprar una buena bicicleta, porque te va a durar más y dar mejor rendimiento. Aquí, además, la bicicleta empieza a ser un símbolo de estatus, que muestra cómo eres. La atención que antes se prestaba al coche, o lo que representaba, está pasando a la bicicleta, lo que considero bueno para el sector de la bici y, desde luego, para las ciudades o el medio ambiente.