Fue, hace dos años, una noticia muy comentada en Ciclosfera: Ikea lanzaba su bicicleta Sladda, con la que pretendía conquistar el ciclismo urbano. Una bicicleta diseñada por Oskar Juhlin, Jan Puranen y Kristian Eke con la que, según la multinacional sueca, se podían recorrer 15.000 kilómetros sin necesidad de mantenimiento alguno. Todo ello, a un precio de unos 700 euros.
Difícilmente aquellos que la hayan comprado durante estos dos años han podido recorrer esa distancia. O al menos, sin sufrir un problema que ahora ha llevado a la empresa a tomar una decisión drástica: solicitar la retirada del mercado de todas ellas. Y no sólo eso: Ikea ha pedido a todos sus clientes que dejen de usar las bicicletas Sladda inmediatamente, y les ha informado de que podrán devolverlas incluso sin el ticket de compra.
Pero, ¿qué ha pasado? El problema reside en la correa de transmisión, que incorpora un defecto de fábrica que podría suponer problemas de seguridad para los dueños de una Sladda. La correa podría romperse con facilidad de forma imprevista, causando la caída del ciclista, tal y como les ha ocurrido a al menos 11 clientes que pusieron una reclamación a Ikea.
En un comunicado oficial, la multinacional sueca explica que “estamos orgullosos de la belleza de Sladda y del objetivo de crear una solución sostenible de transporte urbano. Sabemos que muchos clientes de Ikea aman su bicicleta Sladda, pero la seguridad es lo primero”.
La Sladda fue una decidida apuesta de Ikea por el mundo de las dos ruedas. Su diseño modular la llevó a ganar el prestigioso Red Dot Design Award en la categoría ‘Best of the best’.