Elvin Chu tenía un sueño: crear una bicicleta única en el mundo que pudiera colmar todas y cada una de las necesidades de los commuters, los ciudadanos que se desplazan cada día a su puesto de trabajo. Una máquina que ofreciera las comodidades de una bicicleta de pedaleo asistido y que, al mismo tiempo, pudiera ser disfrutada como una bicicleta tradicional. Todo, con un diseño futurista que no dejara a nadie indiferente.
Chu, estudiante de último año de Diseño Industrial en el Instituto de Tecnología de Georgia, se puso manos a la obra. Primero plasmó su idea sobre el papel y, tras nueve semanas de trabajo, consiguió hacerla realidad. La Shibusa, como ha bautizado a su creación, es una imponente bicicleta que ya está sorprendiendo a todos los que se detienen a admirar sus singulares líneas y sus singulares características. Es eléctrica, pero está pensada para ser construida de forma modular, por lo que basta un sencillo cambio de componentes para transformarla en una bicicleta de tracción humana.
“A medida que las ciudades siguen creciendo en población, el transporte empieza a ser un problema importante”, ha declarado Chu a la revista de diseño Ur Design Mag. “Los habitantes de las ciudades no necesariamente tienen coches, pero por lo general no están dispuestos a viajar a pie”, reflexiona. “Las ofertas actuales de bicicletas eléctricas actuales son un poco limitadas en cuanto a su flexibilidad. Por eso, la oportunidad radica en una solución híbrida que mantenga al mismo tiempo el atractivo de una bicicleta tradicional y la ayuda necesaria al pedaleo para los desplazamientos largos”.
Para llevar a cabo su proyecto, que ha dirigido Kevin Shankwiler, Chu ha contado con el patrocinio de SRAM, empresa estadounidense que se dedica a la fabricación de componentes para bicicletas.