El sexismo es un problema que afecta a todas las capas de la sociedad, y el ciclismo urbano no se libra de esta lacra. Por ello, y de cara a combatirlo, iniciativas como la que tendrá lugar este martes en Madrid (espacio Esla Eko, 19.30 h, Calle Ánade, 10. Metro: Oporto), en la que Andrea María Navarrete, del colectivo Mujeres Bici-bles impartirá un taller sobre sexismo y ciclismo urbano siguen siendo más que interesantes: completamente necesarias.
“El sexismo se manifiesta porque a las mujeres también nos acosan cuando vamos en bicicleta”, cuenta Andrea María a Ciclosfera. “Sé que a los hombres también los violentan, pero no por ser hombres, sino por ser ciclistas (ya sabemos la clase de paranoia que tienen los conductores de coches cuando ven a un ciclista). A las mujeres nos acosan por ser mujeres, e ir en bici no es la excepción. He vivido en primera persona episodios de violencia verbal, los mal llamados “piropos”, de personas ajenas a mi círculo social, y que no son otra cosa que violencia de género. Así, en los talleres que hice en España y en mi acercamiento a mujeres ciclistas urbanas en Sudamérica y acá, he conocido muchas historias de violencia verbal, agresión física y acoso callejero”.
“Sé que a los hombres también los violentan, pero no por ser hombres, sino por ser ciclistas”
Para Navarrete, los avances en esta materia son mínimos, casi imperceptibles. “La constante cuando hablamos de esto entre mujeres o entre ciclistas es no saber cómo responder a este tipo de agresiones. Hablamos de denunciar, de poner en evidencia. Sé de casos que la chica alcanza al agresor y dialoga con él, pero son contadas las excepciones. En España encontré y conocí hombres “sensibilizados” a las problemáticas de las mujeres ciclistas y quizás esto sea un avance. Pero se necesitan mas aliados (y aliadas) para aprender a confrontar el sexismo en el ciclismo”.
Andrea María Navarrete, que ha cruzado el continente americano en bicicleta, está de gira por España impartiendo talleres y charlas como ésta. “El viaje está siendo maravilloso. Llegué con 90 euros, dos talleres montados para compartir con la comunidad ciclista y la expectativa de conocer al menos 10 ciudades. Al final, conocí 27 ciudades, realicé mas de 15 encuentros con los ciclistas, se crearon grupos de mujeres Bici-bles en algunas ciudades de España y me gasté 90 euros en los tres primeros días (risas)”.
“En España la bici ha logrado mayor atención de parte de los gobiernos que en Sudamérica”
El viaje también le ha servido a Andrea María para comprobar de primera mano en qué situación se encuentra el ciclismo urbano en nuestro país. “Conocer el panorama de la bici urbana en Sudamerica (gracias al viaje en bici) y el contexto español me da una visión muy amplia de cómo se mueve la bici en nuestras ciudades. Es mil veces mejor que estar atada de manos en una oficina. Las realidades son muy parecidas: una fuerte masa civil, ciudadana, luchando por reinvindicar el uso urbano y la presencia en la vía de la bici; unos gobiernos lentos en implementar seguridad ciclista desde todos los frentes (educación, infrastructuras, sensibilización, concienciación) y una ciudadanía que aún se resiste a que la bici sea parte de nuestras ciudades”.
“En España, quizás, la bici ha logrado mayor atención de parte de los gobiernos. En algunos países de Sudamérica hay evidentes problemas para la movilidad en bicicleta. Pero esto está cambiando, sin duda. En Colombia, por ejemplo, ya tenemos una ley nacional probici, de implementación lenta, pero ya la tenemos. Otra cosa q vi en España es que casi en todas las ciudades cuentan con bicis públicas, algo que no es tan frecuente allí. En Colombia, por ejemplo, hay varias ciudades grandes que ni siquiera tienen carriles bici”. Eso sí, Andrea María echa de menos más unidad entre las distintas asociaciones ciclistas españolas. “Me da la sensación de que están muy separadas entre sí: creo que falta más sinergia entre las distintas provincias y comunidades autónomas”. Andrea María señala un problema más, que entronca directamente con el contenido de su charla: “veo pocas mujeres liderando colectivos probici. Son mas los hombres. No sé si falta motivar los liderazgos en población femenina para que haya mas presencia. La mayoría de las mujeres participan en actividades, pero pocas están en la coordinación de colectivos”.