Hay que reconocer que Motul Bike Care ha significado un paso adelante a todo lo relacionado con la forma en la que mantenemos y cuidamos nuestras bicicletas. Ya desde el primer uso, que comentamos en Ciclosfera, notamos la diferencia, pero ha sido en estos seis meses (incluyendo un viaje cicloturista en agosto) cuando hemos comprobado todavía más en profundidad su rendimiento.
Más allá de la limpieza de la bici, algo básico para que cada componente funcione como debe, la lubricación de la transmisión y el correcto cuidado de los discos de freno también nos han aportado un punto extra de seguridad en todo tipo de situaciones con el que antes no contábamos.
Vamos a hacer un pequeño repaso por toda la gama y el uso concreto que le hemos estado dando en este tiempo. Si antes ya estábamos con ganas de subir a la bici cada día, con Motul ya no queremos bajarnos nunca de ella.
Frame Clean y Dry Clean: como los chorros del oro
Uno de los aspectos que más nos preocupaba al principio era el trabajo extra que nos iba a llevar la limpieza de la bici. Sobre todo tras una ruta larga, con el cansancio en el cuerpo de todo el día, estamos pensando más en un refrigerio y en una ducha que en limpiar nuestras monturas.
Sin embargo, tras pisar caminos de tierra y barro, algún charco despistado en calzada con restos de contaminación y alquitrán… y un millón y medio más de cosas que han salpicado nuestras bicis y que no conocemos su procedencia (ya sabes a lo que nos referimos), parecía necesario que le dedicásemos unos minutos a las bicis casi antes que a nosotros mismos.
Ahí entraba en juego lo que en Motul Bike Care han llamado Frame Clean. La base es acuosa y su buen rendimiento se nos antojó casi mágico, sin requerir un esfuerzo por nuestra parte, algo que valorábamos bastante porque nos estaba esperando siempre una mesa repleta de comida para reponer fuerzas.
Con el Motul Frame Clean hemos sido testigos de cómo la suciedad se deshace ante nuestros ojos.
Se suma a la facilidad con la que deshace la suciedad, el puntazo de que sea medioambientalmente responsable, es decir, que no necesitábamos estar en un lavadero con desagüe. La fórmula es biodegradable y pudimos dejar las bicis como nuevas, estuviéramos donde estuviéramos, también en pleno campo. Esto cobra especial importancia, como puedes imaginar, cuando estás un pelín alejado de pueblos o ciudades. Puntazo.
Pero si el Frame Clean nos parecía mágico, al que cogimos verdadero vicio fue al Dry Clean. Lo usábamos en las paradas más cortas, con la intención de que no se nos quedara la suciedad adherida al cuadro mucho tiempo.
No necesita aclarado, incluso con las superficies mates (como la tija del sillín o el manillar) la bici parecía recién sacada de la tienda, aunque pasaran muchos kilómetros. Llegó un momento que íbamos a propósito a pillar charcos para poner a prueba Motul. Pues ni con esas.
Cadena y discos: aportando seguridad
Lo hemos visto en muchas ocasiones. Muchos ciclistas se dedican a engrasar la cadena sin limpiarla previamente. Esto va formando poco a poco un engrudo en casete y platos que no hace otra cosa que atraer aún más suciedad destrozando pedalada a pedalada todo nuestro sistema de transmisión.
La labor de limpiar la cadena suele ser un castigo, pero lo cierto es que usando el Chain Clean de Motul la cosa cambia. En cuestión de segundos, la suciedad desaparecía. Sin disolventes agresivos y con un secado bastante rápido. Sin esfuerzo alguno, nos asegurábamos de que la cadena estuviera lista para el próximo día. Era como contar con un hada madrina.
Con Motul Bike Care llegas a olvidarte de los problemas de la bici que antes te quitaban el sueño.
A continuación, la lubricación adecuada, claro: Chain Lube Dry o Chain Lube Wet. Dos lubricantes específicos para usar dependiendo de las condiciones a las que te vayas a enfrentar: húmedas o secas. Ambos con un dosificador para que no se te vaya la mano engrasando la transmisión.
El Chain Lube Wet nos llamó especialmente la atención. Su base es orgánica y cuenta con tecnología ESTER, heredada de la experiencia de Motul en el mundo del motor y que consigue que el lubricante se mantenga donde tiene que mantenerse protegiendo la cadena de agua, barro y, por tanto, evitando la formación de óxido.
Los discos de freno también tienen su propio calvario si no los cuidamos. Pequeñas motas pasan a las pastillas y estas acaban rallando los discos haciendo que vayan perdiendo efectividad en el frenado antes de lo que deberían. Por no hablar de los ruiditos, que se te meten en la cabeza y no te dejan disfrutar al 100% de tu bici.
Para cubrir esos aspectos, el Brake Clean ha resultado de gran ayuda. No solo los discos estaban (y continúan) en perfecto estado y sin chirridos, sino que hemos comprobado cómo las pastillas de freno han durado considerablemente más kilómetros que antes de utilizar el limpiador de Motul Bike Care.
Saber que el cambio y los frenos seguirían funcionando como un reloj al día siguiente aporta un enorme plus de seguridad.
Y el antipinchazos, claro
Si alguna vez has tenido un pinchazo en mitad de una ruta o de camino al trabajo, sabrás lo frustrante que puede ser. Manos manchadas y ropa sucia, retrasos y pérdida de tiempo… ¿Te contamos un secreto? Nosotros ya ni nos acordamos de la última vez que pinchamos.
Para evitarlos, también nos hemos puesto en manos de Motul Bike Care. El producto específico que ofrecen para los pinchazos es el Tubeless Tire Sealant, un sellador que, aplicado en los neumáticos antes de nuestro viaje (y ahí sigue trabajando varios meses después) nos ha aportado mucha tranquilidad, también ahora que hemos vuelto al uso urbano.
Además, la fórmula ha mantenido la presión de los neumáticos de manera constante, algo que al principio comprobábamos de forma un poco escéptica, pero que dejamos de vigilar. Terminamos fiándonos al 100%, como con el resto de productos de la familia. Es lo que hace Motul Bike Care en general, que llegas a olvidarte de las cosas que antes te quitaban el sueño.
Van seis meses, pero vendrán muchos más
La prueba parecía larga cuando la empezamos. Seis meses parecen muchos meses al principio, pero ahora que han terminado, se nos han quedado en nada. El resultado es que hemos encontrado un gran compañero de viaje (y de diario, que conste) en Motul Bike Care.
Tanto para la limpieza como para conservación de los componentes más imprescindibles, el resultado no puede ser más satisfactorio. Un acierto, la verdad. Continuaremos usando, tanto en las e-bikes como en las convencionales, los productos de la gama. ¿No te has fijado que nuestras bicis salen siempre impolutas en las fotos y vídeos? Pues no es Photoshop, es Motul.