Si afrontar una ruta de más de 100 kilómetros ya es duro para cualquier ciclista, imagina hacerla a lomos de un tándem. Ese es el desafío que afrontan habitualmente Hank y Alida Alberts, un matrimonio de Colorado (EE UU) que llevan un paso más allá su amor y su pasión por las dos ruedas.
“El tándem es una manera perfecta de igualar capacidades y esfuerzos”, ha declarado Alida, de 60 años, al diario The Wall Street Journal. “Ambos trabajamos muy duro y llegamos a la línea de meta al mismo tiempo. Y en ese momento Hank no tiene que preguntarse dónde estoy”, bromea.
“Empezamos a probarlo en pequeños paseos y nos dimos cuenta de que era muy divertido”
La afición del matrimonio por el ciclismo comenzó hace diez años, cuando ambos se mudaron a la localidad de Parker. “Aquí hay una gran comunidad ciclista, y desde el principio decidimos unirnos a ella”, explican. Al principio lo hicieron para perder un poco de peso, pero poco a poco fueron aumentando la distancia de sus rutas. De 50 a 100 kilómetros, y de ahí a más de 160.
Pese a que la pasión por el ciclismo de ambos iba en aumento, fue hace sólo dos años cuando decidieron probar a pedalear juntos en un tándem, en lugar de cada uno en su propia bicicleta. “Empezamos a probarlo en pequeños paseos y nos dimos cuenta de que era muy divertido”, cuenta Hank, de 59 años. “Así que decidimos i*ncorporarlo poco a poco* a nuestras largas rutas”.