Lo primero: la bici que estás viendo no existe. Lo parece por sus curvas, sus rectas, sus reflejos y sus sombras, pero la Ridiculously Rad Rock Hopper es una ilusión. Es un buen trabajo de un buen escultor en 3D llamado Patrick Ng, que entre sus creaciones en Behance ha mostrado esta propuesta ciclista que, desde luego, causa sensación.
No es de extrañar. Patrick ha creado una “bestia” con ruedas de 39 pulgadas, con el manillar en una posición bajísima y un extraño sistema de dirección por cadena. Aunque su posición, según su autor, es “similar a las de las bicicletas gravel de 29 pulgadas actuales”, es evidente que la estética es muy distinta y, al mismo tiempo, su originalidad notable.
La explicación a la ubicación del manillar es “evitar el solapamiento del dedo del pie con la enorme rueda delantera y, al mismo tiempo, mantener una posición similar a la de una bicicleta actual”. El sistema de dirección por cadena “permitiría acelerar o ralentizar la dirección al modificar los dientes”. Y, en resumen, el tamaño bestial y la estética novedosa son, de momento, sólo producto del trabajo de un artista. ¿Se hará realidad algún día?