Son muchas las ocasiones en las que hemos hablado de Biciclot, la cooperativa ciclista que, desde hace treinta años, fomenta el ciclismo urbano en Barcelona y pone en marcha distintas actividades en torno a la bici. Formación de nuevos ciclistas, clases de circulación, talleres de mecánica…. Una serie de acciones que, en el año 2000, dieron origen a Rebiciclem, proyecto centrado en el cuidado de la bicicleta, la mecánica y la gestión de residuos. “Si la gente aprende mecánica y cómo cuidar una bicicleta”, nos cuenta la coordinadora de equipo Erika Laguillo, “no tendrá que andar sustituyéndola sino que la transformará en una máquina, casi, eterna. Conceptos como gestionar bien los residuos, crear un taller para autoreparación o recuperar piezas y bicis, tan propios de Biciclot, terminaron llevándonos a crear una bicicleta con nuestra propia marca. Bicicletas bonitas, salidas de nuestra cadena de producción y cargadas con nuestra filosofía”.
Cada bicicleta tiene una historia: las de las bicis de Rebiciclem son, sin duda, apasionantes
Es cierto: cada bicicleta tiene una historia y la de algunas es apasionante. En el caso de las bicis de Rebiciclem, que ya están disponibles online, su origen puede estar en algún trastero de particulares o hasta en las calles de Barcelona, donde cientos de bicis son abandonadas y recogidas por el Ayuntamiento y entregadas a Biciclot. Tras pasar por las manos de la cooperativa, dichas bicis son categorizadas en varias líneas: urbanas, híbridas, infantiles… Mecha Copello, mecánica y coordinadora del proyecto, lo resume así: “En Biciclot contamos con una ventaja: conocer, desde hace décadas, las necesidades reales de las personas que han pasado por aquí buscando bici. Hay gente que necesita una bici de paseo. Otros requieren un vehículo con marchas, más todoterreno, enfocado a subir cuestas… Al ser recuperadas, nuestras bicis no son fabricadas en serie, pero sí tienen características comunes que nos permiten agruparlas para atender esas necesidades. Sus enfoques son diferentes, pero todas tienen en común el estar absolutamente listas para rodar durante muchos años”.
Bicicletas con barra alta o baja. Con una o varias marchas. Con distinta altura de manillar. Muchas opciones, las suficientes como para que cada persona encuentre la suya. Y, sobre todo, con una historia y muchas horas de esfuerzo y pasión detrás, la que aporta Biciclot a cada una de sus iniciativas. “Yo coordino el proyecto”, nos cuenta Mecha, “pero hay más compañeros que despintan y pintan la bici, el mecánico que las pone a punto... Y, por supuesto, al ser también un proyecto de inserción laboral, también hay gente que participa en el proceso y adquiere una experiencia que después le servirá para su carrera profesional. Un proyecto que, como es costumbre en Biciclot, también contempla con particular interés aspectos como la perspectivas de género, y que impulsa a que excelentes mecánicas puedan también impulsar su vida laboral.
Las bicicletas de Rebiciclem son máquinas reutilizadas, que mezclan partes recuperadas y nuevas y vienen certificadas por un equipo mecánico con mucho bagaje, esfuerzo y cariño a sus espaldas.
El sello Rebiciclem va, entonces, mucho más allá del concepto de bicicletas de segunda mano. “No son simplemente bicicletas nuevas o usadas”, explican sus responsables, “sino reutilizadas. Mezclan componentes recuperados y nuevos, son máquinas certificadas por un equipo mecánico con mucho bagaje a sus espaldas y, por supuesto, esfuerzo, cariño y dedicación”. Bicicletas, además, con un registro: cada bicicleta recuperada de un trastero, o de la calle, tiene una ficha, un origen, un por qué. Como explica Erika, “cada bici que pasa por nuestras manos está registrada y pasa por un proceso de control. A partir de ahí, cuando ya está recuperada y puesta a disposición de la gente, cuenta con una garantía: es una bici de Biciclot”.
Bicicletas con una segunda vida, recuperadas, reutilizadas y con un diseño único. Máquinas diseñadas y producidas, como cuentan en su web, en el taller de Biciclot en el barrio del Poblenou. Sostenibles, reutilizadas en un 80%, artesanales y que fomentan el consumo responsable y la economía circular. “Es obvio que, en este sentido, queda mucho camino por recorrer”, nos cuentan desde Rebiciclem sobre esta economía, “pero se están haciendo cosas muy interesantes. La intercooperación, el reunir personas y sueños, el cuidarnos los unos a los otros para impulsar nuevos proyectos es un proceso apasionante, pero que avanza paso a paso. Estas bicis son un paso más, porque también están llegando a entidades que se las facilitan a sus trabajadores para que se desplacen pedaleando”.
Los precios de las Rebiciclem parten de los 80 euros de las bicis infantiles, mientras que los modelos para adultos no superan los 280 euros.
¿Dónde comprar estas bicicletas? ¿Qué precio tienen? Toda esa información práctica está disponible, por supuesto, en una página web, pero sí sabemos que, de momento, se pueden adquirir online para después recoger en la sede de Biciclot en el BiciHub (Carrer de Pere IV, 58). En cuanto al precio, hablamos de modelos desde 80 euros para bicis infantiles como la Ulises o hasta los 280 euros que cuestan modelos como la Bárbara o la Laga. En total, casi veinte opciones para todos los gustos con una estética atractiva, mucha personalidad, muy polivalentes y, fundamental, dotadas con la calidad, el cariño y el conocimiento que solo pueden dar proyectos como el de Biciclot.
“La pandemia ha estimulado el uso de la bicicleta en Barcelona y, en general, casi todo el planeta”, nos cuenta Sara Jaramillo, responsable de comunicación de Biciclot, “pero las ciudades siguen siendo cochecentristas. Creemos que una de las mejores formas de pacificar las calles y recuperar el espacio público para las personas es a través de la bici y el movimiento ciclista”. Facilitándolo a través de bicis como las de Rebiciclem, desde luego, ese sueño está mucho más cerca de conseguirse.