Probamos dos luces muy top para bicicletas eléctricas: SIGMA EOX FL 100 y EOX RL RACK BRAKE

Decir SIGMA es hablar de luces y ciclocomputadores duraderos y de primera calidad. Es apostar sobre seguro. Cuando la marca presenta una nueva gama de productos, solemos estar muy atentos a cada detalle.

Es el caso de este juego de luces que, aunque fue anunciado hace algún tiempo, hemos tenido por fin la oportunidad de instalarlo y probarlo con detenimiento.

La SIGMA EOX FL 100 y EOX RL RACK BRAKE son una pareja ganadora para cualquier tipo de e-biker, ofreciendo altísimas prestaciones, robustez y fiabilidad

Se trata de dos luces para e-bikes, una delantera (la EOX FL 100) y una trasera (la EOX RL RACK BRAKE). Una pareja de luces muy interesante y con muchas cosas que contarte sobre ellas. Es para ciclistas exigentes. ¿Tú lo eres? Vamos a ir por orden.

Hágase la luz

Olvídate de cargar la luz y de baterías externas. La idea con la familia EOX es siempre integrar los productos en el sistema eléctrico de la bicicleta de pedaleo asistido en la que decidas instalarlo. Todo el cableado y las conexiones que puedas necesitar vienen incluidas. Sencillamente es como si tu bici eléctrica hubiera traído un elegante y fiable juego de luces de fábrica.

Realmente estamos hablando, que quede muy claro, de dos productos con unas altísimas prestaciones. Robustos, fiables, con la sensación de resultarnos eternos. Sacarlas de sus cajas ya es confirmar que la calidad está en los detalles.

Luz delantera SIGMA EOX FL 100.

La EOX FL 100 parece un nombre complicado, pero es bastante sencillo adivinar de dónde viene cada número y cada letra. EOX es la nomenclatura que SIGMA da a sus productos destinados a e-bikes; FL son las siglas de ‘luz delantera’ en inglés (‘front light’) y el 100, sencillamente identifica su potencia luminosa: 100 lux.

La EOX FL 100 ofrece 100 lux con visibilidad lateral amplísima y un toque premium, garantizando que no solo ves, sino que los coches te detectan con tiempo suficiente

Presume de una fuerte y segura cubierta que nos anuncia que no estamos ante una luz cualquiera. Conviene recordar que, además de darle un toque premium y minimalista, esa misma carcasa actúa como disipador de calor. Es compacta, pensada para ir montada directamente en la horquilla y, a pesar de su solidez, sólo tiene un peso de 49 gramos (sin contar el soporte), lo que la convierte, teniendo en cuenta su potencia, en uno de los sistemas de luces más ligeros con los que puedas hacerte para tu bicicleta eléctrica.

Día y noche

Una vez montada sobre la bici es cuando nos damos cuenta de que las especificaciones técnicas que habíamos estudiado se traducen en beneficios reales y tangibles para quienes llevamos la bici. Sencillamente, nos fiamos de ella.

Los 100 lux de los que te hablábamos unos párrafos más arriba alcanzan sin temblor alguno los 100 metros de distancia. ¿Qué quiere decir esto? Pues que esta luz no solo te permite ver hasta las grietas del asfalto o los badenes que no esperas, sino que asegura que los coches te detecten con tiempo más que suficiente para advertir tu presencia. La óptica es precisa y uniforme, iluminando tanto la zona cercana al manillar como la lejana, algo fundamental para ir con seguridad, incluso en los momentos de mayor velocidad.

Pero si hay una característica que la coloca en la categoría de esencial, es la amplísima visibilidad lateral. La guía de luz incorporada en el lateral de la carcasa es un punto de inflexión. En los cruces y las incorporaciones, donde el riesgo de ángulo muerto es máximo, este extra de luz lateral es casi un seguro de vida.

Importante: no desestimes su uso también de día. Es capaz de hacerte visible en las zonas con condiciones de luminosidad baja, sombras, atardeceres y calles oscuras por las que no tenías previsto pasar y que decides tomar en el último momento. Llévala siempre encendida, no supone gasto significativo para la batería y te aporta un extra de seguridad que nunca viene mal.

Mención aparte merece el más que satisfactorio grado de estanqueidad. La denominación técnica es IP67, es decir, que ni el diluvio universal ni el charco más traicionero la van a inmutar, resiste al polvo y al barro que tanto te gustan y está protegida contra inmersiones temporales.

Luz trasera SIGMA EOX RL RACK BRAKE

Una luz trasera y con función de freno que actúa como un verdadero copiloto. Es inteligente, mínima, reactiva, duradera y, si se nos permite, imprescindible.

SIGMA se ha propuesto cerrar el círculo de la integración total con la EOX RL RACK BRAKE. No es una luz trasera más. Hablamos de un sistema de advertencia inteligente, diseñado también para bicicletas eléctricas y se toma en serio la visibilidad del ciclista.

En la mano

La línea de diseño es inconfundible: limpia, delgada y pensada para desaparecer en el portabultos. Con unas dimensiones de solo 100 x 12 x 21mm y un peso de 29,9 gramos, consigue una integración total sin hipotecar el aspecto del conjunto de tu bici ni la conducción.

Cuidado, porque está concebida para el montaje estándar de 50mm en el portabultos, lo que la hace compatible con la inmensa mayoría de las e-bikes urbanas y de trekking, pero deberías cerciorarte de que es compatible con tu montura.

Es importante destacar que existen dos versiones: la RL RACK estándar (4,2 lúmenes) y la joya de la corona, la RL RACK BRAKE (8 lúmenes de luz fija). Nos centramos en esta última, la unidad de prueba, que ofrece la funcionalidad de luz de freno. Sí, como lo lees. Ese es su gran valor añadido.

Cuenta con un sensor de aceleración integrado, en el corazón de la luz, que es capaz de identificar cuándo estamos reduciendo nuestra velocidad aumentando su haz de luz de 8 a 40 lúmenes para avisar al resto de usuarios de que estamos frenando. En el caso de que la frenada sea brusca, todos los LED parpadean intensamente como aviso visual de alto impacto, que alerta al conductor que pueda estar detrás de ti de una situación peligrosa inminente. No hace falta decir lo crucial que puede ser este sistema, sobre todo en ciudad. ¿Mola, eh?

La EOX RL RACK BRAKE destaca por su sensor de aceleración integrado, que la convierte en una luz de freno inteligente capaz de alertar de forma intensa en frenadas bruscas

¿Y resistente? Evidentemente. Cuenta con una certificación IP44, así que olvídate de salpicaduras de agua y polvo y que sea tu compañera en cada salida, independientemente de si es asfalto, grava o cualquier track de montaña.

Para todos

Ambas luces, tanto la delantera EOX FL 100 como la trasera EOX RL RACK BRAKE, están pensadas para un amplísimo espectro de tipología de ciclistas. Desde el urbano más commuter que usa la bici a diario para ir al trabajo, hasta quien le gusta escaparse de noche y marcarse rutas gravel o MTB.

Y todo lo que pueda haber entre medias, cicloturismo, trekking, carretera… lo único que has de tener en cuenta es que son luces específicas para e-bikes y su montaje es solo para este tipo de bicis, es decir, que vas a necesitar el cableado de tu sistema de asistencia para hacer que funcionen. Puedes mirar el listado de bicicletas compatibles en este enlace.

Montaje

Vamos a tener que avisarte en este preciso instante de que, o eres manitas, o es mejor que acudas a un mecánico, porque la instalación conlleva conexiones con el sistema eléctrico de la bicicleta y no es del todo sencilla salvo que tengas algunas habilidades. Seguramente puedan ayudarte en el montaje en la tienda que elijas para comprarla.

El diseño es limpio, enfocado en el rendimiento y la durabilidad. Al ser un sistema integrado e-Bike (6-48V), su conexión al motor es directa, eliminando la necesidad de cargarla. Es la definición de plug & play llevado al siguiente nivel: una vez instalada, te olvidas, y siempre estará lista.