Prueba del portabicis a bola XLC Almada Work-E, diseñado para e-bikes y mucho más

No nos engañemos: en portabicis bueno no es barato. Al final, es una estructura que ha de cumplir no pocos requisitos legales de homologación y resultar fiable a la hora de cargar nuestras bicicletas en él. Además de sostenerlas correctamente durante nuestros trayectos en coche para acceder a las rutas, en ocasiones por pistas de tierra, necesitamos que quede bien plegado para guardarlo en casa o en el maletero del coche, necesitamos que sea fácil de transportar y, además, necesitamos que esté repleto de detalles que nos faciliten la vida a la hora de cargar, transportar, descargar y, en este caso, hasta reparar las bicis.

Hemos encontrado el aliado perfecto para todo ello. Lo ha fabricado XLC y se llama Almada Work-E. Un portabicis sólido, ligero, muy plegable, ajustado en precio (650€), y, además, portátil. Cinco características que no siempre encontramos en los portabicis que nos ofrece el mercado y que aquí se aúnan con una naturalidad digna del mejor.

Como punto extra, y teniendo en cuenta las necesidades de una industria ciclista en constante cambio, el Almada Work-E, del que ya te hablamos cuando salió al mercado tiene una particularidad que lo hace extraordinario: los raíles extra anchos sobre los que se anclan nuestras bicicletas, con ruedas cada vez más gruesas, de un balón de neumático que supera las 2 pulgadas en no pocas ocasiones.

Almada Work-E de XLC, preparado para e-bikes admite cualquier ancho de rueda.

El Almada Work-E admite cualquier ancho de rueda haciendo que, tanto las ruedas delgadas como las de más de dos pulgadas, queden perfectamente ancladas y seguras para emprender el viaje.

Las ruedas anchas suelen ser montadas últimamente en muchísimas e-bikes y no cualquier portabicis te va a servir para llevarlas. Además, el peso de una bicicleta eléctrica es casi siempre mayor que el de una convencional, con lo que se hace necesario contar con un portabicis que nos aporte seguridad.

Tanto si vas cerca de tu casa como si quieres llevarte las bicis a otro país para cambiar de vista, te presentamos uno de nuestros portabicis favoritos hasta el momento: XLC Almada Work-E, Lo hemos montado y probado durante días y vamos a darte nuestras impresiones tras haberlo sometido a todo tipo de condiciones.

Plegable, ligero y portátil

"Esta caja es muy pequeña para tener un portabicis dentro" pensamos nada más recibirlo, pero lo cierto es que esa es la gran carta de presentación del XLC Almada Work-E: cabe en cualquier lado. Esto es básico, porque no siempre lo tenemos instalado en nuestro coche, obviamente.

Necesitamos que el portabicis quede bien plegado y recogido para guardarlo cuando no lo estamos usando, ya sea en el trastero, en el garaje o en cualquier otra esquina de tu casa. Los portabicis, habitualmente, son un accesorio demasiado grande para ser almacenado y no todo el mundo cuenta con el espacio necesario para ello. Puntazo a favor de XLC.

Al sacarlo de la caja ya podemos ver que se trata de un producto sólido del que nos vamos a poder fiar sin problemas con una correcta instalación. Pero el detalle que nos hace sonreír es que incluya dos pequeñas ruedas para que pueda ser trasladado como una maleta troley. De hecho, no ocupa mucho más que una maleta mediana.

Esto nos facilita las cosas para llevarlo y traerlo desde donde lo estemos guardando hasta nuestro coche sin necesidad de llevarlo a cuestas. Que se piense en estos pequeños detalles es lo que nos hace decidirnos por un producto u otro y por eso queremos subrayarlo aquí también.

Por si fuera poco, toda la estructura está construida en aluminio, haciendo del conjunto un producto ligero y nos resulta casi un juego de niños llevarlo, levantarlo e instalarlo fácilmente.

Montaje

Es un portabicis a bola, es decir, necesitas bola de remolque en tu coche para poder llevarlo, pero si estás leyendo esto es porque ya la tienes o estás pensando en instalarla. Debemos decir que, de todos los portabicis que probamos, los que más seguros nos parecen son los que van anclados al coche en las bolas de remolque, con lo que deberías valorar muy seriamente hacerte con una si tienes pensado sacar mucho las bicis de paseo con tu coche, aunque vayas cerca.

37 segundos es lo que se tarda en tener listo el XLC Almada Work-E. Mira:

Desde que lo hemos sacado de la caja hasta que tenemos las bicis listas para transportar han pasado apenas 4 minutos. Es una ventaja con respecto a cualquier portabicis que haya caído en nuestras manos, cuyo montaje suele ser más tedioso, sobre todo la primera vez, con instrucciones y herramientas. En el caso del Almada todo está listo y preparado desde que desembalamos y nos satisface, ciertamente.

Su ligereza hace muy sencillo que levantemos el Almada Wor-E de XLC y lo encajemos en la bola de nuestro coche. Después de eso, bajamos la barra de seguridad y lo dejamos ya listo en apenas unos segundos. La barra cuenta con una cerradura para que no te lo puedan quitar si dejas el coche solo.

Como todos los portabicis de bola que, por su construcción, ocultan las luces y matrícula del vehículo, ha de contar con un sistema extra de luces traseras (freno, marcha atrás y posición), así que utilizamos el cable para enchufarlo a nuestro coche.

Ojo en este punto porque hay dos tipos de enchufe: de 7 y de 13 pins. El cable del XLC Almada Work-E es de 7 pins, pero no vas a tener problemas si tu coche cuenta con el de 13, porque el adaptador viene incluido con el kit. Lo encontrarás en una bolsita junto a las llaves de seguridad.

Una vez subido a la bola, antes de desplegarlo, hay que enchufar el cable para que el juego de luces quede conectado. Conviene hacerlo antes del despliegue para que tengamos hueco suficiente para maniobrar. No sabemos si está hecho a propósito o ha sido mera casualidad, pero resulta cómodo.

Lo siguiente es la matrícula. Como sabes, los portabicis de bola suelen tapar también la matrícula del coche, así que cuentan con un espacio para que pongas un duplicado de tu placa en él. En el caso que nos ocupa, no te harán falta tornillos, porque cuenta con dos piezas que, ayudadas de un muelle, ajustan tu matrícula al Almada de forma segura. Otro punto a favor. Está todo pensado al detalle.

Conectado ya el cable, procedemos a desplegarlo para subir nuestras bicis. Hay un pequeño cierre de goma, bastante seguro, que mantiene el conjunto perfectamente cerrado y hasta podríamos conducir con él así sin temor alguno. Lo liberamos y bajamos cada una de las partes para empezar a cargar.

Subiendo las bicicletas

El Almada Work-E está preparado para bicicletas eléctricas. ¿Por qué? Porque los raíles son más gruesos y admiten cualquier tipo de ancho de rueda. Dicho esto, subir una bici eléctrica a pulso hasta el portabicis puede ser un paso algo difícil, pero para eso XLC vende a por separado unas pequeñas rampas que encajan a la perfección y te harán esa tarea más sencilla. Sólo tendrás que empujar la bici hasta que esté en su sitio.

Todas las barras son telescópicas y fácilmente desplegables, haciendo sencillo ajustar la altura necesaria para cada una de las bicis. Los cierres, aunque de plástico, se nos antojan fiables y seguros.

Nos han encantado las pinzas que sujetan el cuadro de la bici, fuertes, con acabados de goma para no dañar la pintura, y con un sistema interno de bloqueo que hace que se cierre, pero que sea imposible que se abra accidentalmente. Un pequeño botón libera el sistema para abrir la pinza y soltar la bici.

Una vez subida y con la pinza bien cerrada, el proceso para atar las ruedas también es bastante llevadero. Las cinchas con las que se sujetan ambas llantas recuerdan a los cierres de unas botas de esquí, con ese cinturón dentado que podemos apretar sin esfuerzo y las deja perfectamente fijadas al raíl.

Además, hay tres puntos diferentes para colocar las cinchas y no hace falta herramienta alguna para cambiarlos, sólo desbloquear la pieza metálica que los asegura, deslizar por el raíl hasta el enganche que más se ajuste al tamaño de nuestra bici, y cerrar.

Conduciendo el coche

Arrancamos y nos ponemos en marcha. Miramos por el espejo y lo vemos seguro. No hay problema alguno, ni ruidos extraños. Las bicis van fijas y todo queda en su sitio. Pasados unos minutos ni siquiera nos acordamos de que llevamos las bicis detrás.

Es la gran ventaja de casi cualquier producto ciclista, que nos olvidemos de él. Eso quiere decir que funciona correctamente y que no nos va a dar preocupaciones extra. Es tedioso realizar un viaje con un portabicis del que no nos fiamos porque no paramos de mirar por el retrovisor y cada bache nos supone un mini susto.

No es el caso del Almada Work-E. Asume los badenes sin estrés; en las rotondas y curvas vemos cómo la bici acompaña al conjunto del coche sin balanceos ni vibraciones. Parece que forma parte de la construcción del vehículo y eso nos permite centrarnos en la carretera, que es donde debemos tener los ojos.

Maletero accesible

Con un pedal. Bajo la matrícula. Lo pisamos levemente y se desbloquea haciendo que las bicis se tumben ligeramente y sin brusquedades, hasta estar casi horizontales al suelo. Esto consigue que el maletero quede completamente accesible para que podamos abrir y cerrar sin tener que desmontar las bicis.

Una vez hayamos terminado de coger o dejar cualquier cosa en el maletero, subir todo el portabicis no resulta pesado. Con empujar ligeramente un poco, todo el conjunto recupera sin esfuerzo su posición original y con un leve y audible ‘click’ nos damos por avisados de que ha encajado y está listo para continuar el viaje.

Estación de trabajo

Pero ¿por qué lo han llamado Work? Una de las piezas claves que hace al Almada Work-E diferente y destacable es el brazo extra que, una vez desplegado, hace las veces de pie de taller. Ajustar frenos o cambios antes de realizar la ruta siempre es de agradecer y tener un lugar, perfectamente integrado en el portabicis, para poder colgarlas y realizar los últimos ajustes antes de pedalear nos parece un puntazo. Se despliega de la misma sencilla manera que todo lo demás, liberamos una pestaña, ajustamos la altura, damos la vuelta a la abrazadera y ya está listo para sujetar una bici de cualquier peso.

Comprobamos que es estable, nos permite accionar los pedales con fuerza sin vibrar y sostiene la bici como en casi cualquier taller, incluso las eléctricas, con el extra de peso.

Conclusiones

No podemos estar más contentos con el Almada Work-E. Un portabicis seguro, de precio bastante ajustado (650€) y repleto de detalles que facilitan la vida al usuario. Tratamos de encontrar alguna pega, pero no somos capaces.

Nos encantaría que hubiera una versión para transportar tres o cuatro bicicletas, pero entendemos que eso aumentaría el peso y la facilidad de instalación, algo que, sin duda, es el gran punto que hace que destaque muy por encima de cualquier portabicis del mercado.

Si andas buscando un sistema para llevar más lejos tus bicicletas, sean o no eléctricas, el Almada Work-E es sin duda nuestra mejor recomendación por sencillez, por precio, por robustez y porque cada cosa está pensada hasta el más mínimo detalle. Hazte con él.