Bicicletas eléctricas

Prueba del motor D-GO: la revolución de los motores en rueda

Los motores centrales han sido históricamente la opción favorita de muchos usuarios de bicicletas eléctricas. Se los consideraba más naturales, más silenciosos y eficientes. Y no dejaba de ser cierto… pero quizá hayan cambiado las cosas. Probamos el sorprendente motor en el buje trasero D-GO.

Hemos realizado más de 200 kilómetros, hemos cargado la bici con mucho peso extra, hemos hecho trayectos de MTB, rampas de garaje y hasta hemos subido a algunos pasajeros. Los resultados siguen dejándonos muy satisfechos.

Se trata del motor D-GO, fabricado por DOGA y diseñado en colaboración con Moov Drive Technology y que ofrece un par motor de hasta 65Nm. El secreto de su buen comportamiento está en su tecnología: direct drive, es decir, que elimina engranajes, reduce el mantenimiento y añade una funcionalidad que pocos motores pueden ofrecer: la regeneración de energía en la frenada.

La prueba se ha realizado en una Original Bullitt Major Tom, una bicicleta de carga perfecta para esta ocasión, porque si el motor puede con todo lo que vamos a hacerle, seguro que se comporta aún mejor en una bicicleta convencional.

Un motor en rueda... sin los problemas de un motor en rueda

Pero, exactamente, ¿qué quiere decir que el D-GO sea direct drive? Se trata de un motor conectado directamente a la rueda que prescinde por completo de engranajes. Cuando pedaleas, un electroimán súper potente entra en funcionamiento y genera el movimiento con total suavidad y sin ruidos. Como imaginas, no solo lo hace más silencioso, sino que reduce drásticamente el mantenimiento, ya que no hay piezas sujetas a desgaste por fricción. Y hay un plus importante: su capacidad de regenerar energía en la frenada, recargando la batería y reduciendo el desgaste de las pastillas de freno.

Además del silencio y su eficiencia, que regenere la energía en la frenada es, desde luego, una de las cosas que más nos ha sorprendido. Si estás atento, llegas a notarlo enseguida cuando frenas suavemente. No son las pastillas quienes detienen la bici poco a poco, sino el propio motor girando en sentido contrario.

Para comprobar su rendimiento real, le sumamos a la Bullitt unos 30kg extra de carga –entre libros, mapas, material para nuestro vídeo y hasta un cajón flamenco– recorrimos Madrid y nos metimos sin miedo por donde nos llevase el manillar.

¿El resultado? Un comportamiento impecable. A pesar del peso extra, la asistencia continuaba constante, sin tirones ni pérdidas de potencia. Incluso en subidas pronunciadas, el motor respondió con una eficiencia comparable a la de los motores centrales más potentes del mercado. No queremos decir nada y lo estamos diciendo todo.

La prueba definitiva llegó en una cuesta de garaje: parada en plena pendiente, retomamos la marcha sin esfuerzo, algo impensable en la mayoría de motores en rueda convencionales. Aquí se nota la diferencia de un motor direct drive bien diseñado: el empuje a baja velocidad es sorprendentemente eficiente, sin la brusquedad típica de otros motores en buje.

Peso, autonomía y rendimiento

Los motores direct drive suelen ser pesados, pero el D-GO también destaca en este aspecto con un peso de solo 3,2kg, bastante contenido para esta tecnología direct drive. Si lo comparamos con algunos motores centrales que rondan los 2,6kg, la diferencia es mínima, pero con la ventaja de que no requiere modificaciones en el cuadro de la bicicleta para su instalación, algo que suele terminar aumentando el peso del conjunto.

En cuanto a autonomía, aquí viene la sorpresa: superamos los 100Km reales con una batería de 696Wh. Si consideramos el peso total que llevamos de media (bicicleta, ciclista y carga), que ascendía a 111kg, es un resultado excelente. Recordemos que las bicicletas eléctricas, cuando las sacamos a la calle, rara vez superan con una sola batería los 75Km. Entendemos que la regeneración de energía en la frenada juega un papel bastante protagonista en este aspecto, pero lo que es innegable es la eficiencia de este direct drive y su consumo responsable de la batería. Puede que la ausencia de complicados engranajes que mover haga que tengamos batería para rutas enormes. ¿Te imaginas esa eficiencia en una bici normal, de 13Kg más ciclista?

No lo decimos nosotros

“Solo sé que no sé nada”, decía Descartes. ¿Y quién somos nosotros para contradecirlo? Por eso acudimos a los verdaderos expertos para que también ellos prueben el motor D-GO y nos digan sin tapujos qué ventajas y qué desventajas le ven.

Nos hemos acercado a visitar a uno de los distribuidores de Bullitt en Madrid, Okocicle, y le prestamos la bici a su dueño, Carlos Salas, durante un mes. Esto es lo que nos ha mandado:

En una reciente prueba de campo se ha evaluado un sistema de asistencia eléctrica montado en una Bullitt Cargobike. Los resultados obtenidos reflejan un rendimiento altamente satisfactorio en distintos escenarios de uso, destacando aspectos especialmente relevantes para aplicaciones urbanas y de transporte de carga.

El conjunto motor-batería presenta un peso notablemente reducido, lo que contribuye de forma significativa a mantener una buena maniobrabilidad del vehículo, incluso en condiciones de carga. Durante la operación, el sistema se comporta con una sonoridad muy baja, algo especialmente destacable al compararlo con motores de fabricantes como Shimano o marcas genéricas. Esta característica resulta especialmente ventajosa en entornos urbanos donde la contaminación acústica debe minimizarse.

La respuesta al pedaleo es inmediata y progresiva, facilitando el arranque desde parado en semáforos o rampas, sin sobresaltos ni retardo en la entrega de potencia. En pendientes pronunciadas, el motor emite ciertos sonidos mecánicos leves que no interfieren en absoluto con su funcionamiento, siendo considerados dentro de los parámetros normales de uso bajo carga elevada.

Una de las fortalezas más relevantes del sistema es su capacidad de recuperación de energía durante los descensos, lo que incrementa la eficiencia general del conjunto. Este recurso se vuelve especialmente útil en recorridos con altimetría variable, donde se puede optimizar la autonomía de forma muy notable. Cabe señalar que, si bien el consumo energético puede incrementarse en modos de alta asistencia, este comportamiento se corrige fácilmente mediante un uso racional del sistema. La gestión inteligente de la batería por parte del usuario es clave para maximizar el rendimiento, algo que resulta sencillo tras una breve familiarización con el funcionamiento del equipo.

Como único aspecto a considerar de cara a futuras versiones, se ha observado que para encender o apagar la asistencia es necesario detener completamente el vehículo. Si bien esta característica no impide su uso eficiente, su revisión podría contribuir a una mayor flexibilidad operativa en ruta.

En conclusión, el sistema evaluado demuestra un nivel de integración y rendimiento muy adecuado para su aplicación en Cargobikes, con especial mención a su baja sonoridad, peso reducido, capacidad de recuperación energética y comportamiento suave en el pedaleo. Resulta una solución altamente recomendable para operadores profesionales y usuarios avanzados que requieran un sistema fiable y optimizado para entornos urbanos y mixtos.

Fdo. Carlos Salas (Okocicle)

Conclusión: un motor en rueda que compite con los mejores

El D-GO de DOGA marca un antes y un después en el segmento de los motores en rueda. Es silencioso, eficiente y capaz de recargar energía con la frenada. Su rendimiento en subidas y con carga nos ha sorprendido, situándolo a la altura –o incluso por encima– de muchos motores centrales de gama alta. No nos extrañaría verlo pronto en muchas bicicletas eléctricas premium. Es imposible conocer su precio exacto. Dependerá de la bici en la que esté instalado. Pero si lo ves en el buje de la rueda de una bici, fíate.