El mundo de la bicicleta está plagado de ideas que apenas salen del papel. Como mucho, quedan plasmadas en un prototipo que hace correr ríos de tinta, pero que pocas veces llegan a poblar las calles, a pesar de que somos muchos los que soñamos con un mundo lleno de bicicletas para cuya creación se han roto todos los esquemas.
La Prius x Parlee fue uno de esos prototipos. En 2011, Toyota decidió apoyar a la firma de bicicletas Parlee Cycles para desarrollar una bicicleta única insparada en uno de sus coches más conocidos: el Prius. Un modelo construido con materiales de última generación, un cuadro de carbono increíblemente aerodinámico -las pruebas en el túnel de viento fueron una de las fases en las que más hincapié se hizo- y un diseño absolutamente innovador, sencillo y complejo al mismo tiempo.
Pero si por algo destacaba la idea de la Prius x Parlee era por una característica nunca antes vista: la posibilidad de cambiar de marchas con el cerebro. ¿ciencia ficción? Lo parecía, pero no. Gracias a un sistema de control colocado en el casco, la Prius x Parlee recogía las ondas cerebrales y las interpretaba gracias a la neurotransmisión. La información se manda de forma inalábmbrica a un iPhone colocado en el manillar, que a su vez acciona los mecanismos de cambio de marchas.
Todo el proceso de gestación de la Prius x Parlee quedó documentado en un vídeo en el que los ingenieros y diseñadores de la firma de bicicletas cuentan cómo fue el proceso de dar vida a una bicicleta única: