Según el diario británico The Times, responder a la pregunta de por qué deberíamos apoyar la inversión en infraestructura ciclista es muy fácil: sólo trae ventajas. La incorporación de carriles bici seguros y aparcamientos, así como una eficaz comunicación con otros medios de transporte público, animarían a mucha gente a coger la bici para desplazarse en la ciudad.
Es obvio que, si aumenta el porcentaje de gente que se sube a la bici, disminuye la congestión del tráfico motorizado, un problema habitual en las grandes urbes que, además de la pérdida de tiempo, contribuye a contaminar más el entorno urbano. Pero hay más: la población mejoraría su salud, habría menos accidentes de tráfico, más ahorro (sobre todo en gasolina) y disminuiría el volumen de gente que utliza a diario -y en hora punta- el transporte público, cuyo precio ha subido notablemente en los últimos meses.
Ventajas para todos
Si eres conductor de coche o moto -y no tienes intención de dejar de serlo-, un mayor volumen de ciclistas aliviará el tráfico motorizado al que te enfrentas cada día. Al haber menos coches, circularás con más fluidez, y al haber más fluidez, sufrirás menos estrés y disminuirá el el riesgo de accidentes.
Si, por otra parte, te mueves en transporte público (tren, metro o autobús) cada día, la incorporación de más ciclistas en las calles también contribuirá a descongestionar esa odiosa hora punta en la que miles de ciudadanos se aprietan como pueden en los vagones o pasillos, o inician toda una carrera de obstáculos para poder alcanzar la salida de la forma más rápida posible.
Como contribuyente, deberás saber que el gobierno destina gran parte de los recursos en la investigación y lucha contra enfermedades cardiovasculares, respiratorias o cerebrovasculares, en parte motivadas por la inactividad. Enfermedades que se podrían prevenir utilizando la bicicleta a diario.
Si eres empresario, deberías plantearte las ventajas que supone que tus empleados utilicen la bici para ir al trabajo: algunos estudios apuntan a que debido al ejercicio, no sólo se producen menos bajas, sino que los trabajadores se muestran más creativos, activos y de buen humor (por no hablar de las deducciones fiscales que, en algunos países, obtinenen las empresas al motivar a sus trabajadores a utilizar la bici).
Como peatón, igualmente, saldrás favorecido: contar con una infraestructura ciclista segura ayudará a ordenar el tráfico entre los diferentes usuarios de la vía, reduciendo los accidentes derivados de una conducción temeraria -conductores de moto o coche, pero también por algunos ciclistas temerarios que usan de forma irresponsable la acera o la calle.
Y qué decir si eres un ciclista habitual… Poder pedalear sin luchar contra el tráfico, disfrutando plenamente del trayecto y con la seguridad de que llegarás a tu destino de forma sencilla y eficaz no tiene precio.