Y es que PodRide no deja a nadie indiferente. Su diseñador, el joven Mikael Kjellman, ha querido poner énfasis en que existen determinadas características de la bicicleta que llevan a muchos ciudadanos a no optar por ella como medio de transporte habitual en la ciudad. Entre otras, las condiciones climáticas adversas. Es por ello que ha dado forma a un divertido vehículo con el que quiere llevar a la reflexión en materia de movilidad sostenible.
PodRide tiene un pequeño motor eléctrico de 250W que proporciona asistencia al pedaleo y que permite que pueda alcanzar con facilidad una velocidad de hasta 25 km/h, tal y como marca la normativa europea sobre bicicletas eléctricas. Además, cuenta con una autonomía de unos 60 kilómetros.
Por sus reducidas dimensiones (180 x75 cm), PodRide podría circular por el carril bici. Sin embargo, por el momento se trata sólo de un prototipo. De llegar algún día a fabricarse en serie y convertirse en realidad, cabe preguntarse cómo sería recibido por el resto de ciclistas y peatones. El sueño del diseñador es que “los coches-bicicleta lleguen a convertirse en vehículos de masas”.
Para alcanzar ese objetivo, Kjellman ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding en la plataforma Indiegogo. Y no le va nada mal: ya ha recaudado la práctica totalidad de los 30.000 dólares que se había fijado como objetivo. Los mecenas pueden aportar cantidades que van desde 1 dólar hasta los 1.000.
Si quieres ver más detalles de cómo funciona PodRide, no te pierdas el vídeo explicativo de su creador: