Lo que parecía (y sin duda es) una solución inteligente para los problemas de movilidad de Pekín ha acabado convirtiéndose en un quebradero de cabeza para las autoridades de la capital china. El Gobierno ha decidido prohibir la introducción de nuevas bicicletas de alquiler en la ciudad ante la situación de saturación que viven sus calles, en las que hay más de 2,3 millones de estas bicicletas.
Según informa eldiario.es, que cita al periódico local Caixin, las autoridades de Pekín han prohibido a las las compañías de bicicletas de alquiler la colocación de más vehículos en la ciudad. Actualmente operan al menos 15 empresas diferentes que ofrecen sus servicios de alquiler de bicis.
Y es que, en la mayoría de los casos, las bicicletas se encuentran estacionadas en cualquier lugar de la ciudad y no en los puntos diseñados previamente para ello, lo que provoca que los peatones y otros vehículos encuentren dificultades para transitar por aceras o calles.
Por ello, las autoridades trabajan en la elaboración de unas directrices que ayuden a regular esta creciente industria, incluyendo su tecnología y la gestión del servicio.
Pekín sigue así los pasos de otras grandes ciudades chinas, como Cantón o Shanghái que pusieron en marcha medidas similares para controlar el gran número de bicicletas de alquiler.
Crecimiento descontrolado
Mobike, una de las mayores compañías que ofrece este servicio, aseguró que los datos muestran que este mercado ha alcanzado el equilibrio entre la oferta y la demanda en grandes ciudades como Shanghái o Cantón, por lo que ahora tienen que centrarse en mejorar su gestión.
Este servicio ofrece bicicletas baratas que se pueden alquilar fácilmente a través de una aplicación móvil, lo que ha ayudado a que el sector crezca de manera muy rápida en solo un año.