El Parque nacional de los Glaciares, en el estado de Montana (EEUU) es un paraíso natural. Una extensión de más de 4.000 kilómetros cuadrados a lo largo de la frontera canadiense en la que conviven centenares de especies protegidas, y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.
Por su singular belleza, así como por sus innumerables rutas, el parque ejerce una fuerte atracción entre los ciclistas locales, que aprovechan el verano para, gracias al deshielo, pedalear por él. Sin embargo, el parque encierra peligros que son de sobra conocidos por todos. Uno de los más serios: la presencia del poderoso oso grizzly.
El pasado miércoles, Brad Treat, de 38 años, pedaleaba junto a un amigo por las llanuras del parque cuando ambos fueros sorprendidos por uno de estos animales, según ha informado la web bicycling.com. El oso salió al paso de los ciclistas, golpeó a Brad y lo tiró de la bicicleta, mientras su compañero pudo huir para tratar de pedir ayuda. De nada sirvió: el oso tardó apenas unos pocos segundos en acabar con la vida de Treat. Cuando las autoridades llegaron al lugar de los hechos, yacía su cuerpo sin vida y el oso grizzly había desaparecido sin dejar rastro.
Ahora, las autoridades encargadas de la vida salvaje y la seguridad del parque han abierto una investigación para tratar de esclarecer los hechos. Su objetivo es evitar muertes como la de Brad, por lo que recomiendan a los ciclistas que extremen la precaución. Sin embargo, se trata de accidentes complicados de evitar: la de Brad es la séptima muerte de una persona a causa de un ataque de oso grizzly en el parque desde 2010.