Todos los padres y madres que llevan a sus hijos en bicicleta lo saben bien: hay pocas cosas con las que los más pequeños disfruten tanto como cuando salimos a pedalear. Sin embargo, a menudo hay un pequeño problema: el frío.
Opossum, funda térmica de la marca italiana Tucano Urbano, llega precisamente para poner solución a ese inconveniente. Se trata de la primera manta térmica, impermeable y multifuncional pensada para el asiento trasero de las bicicletas. Un accesorio para luchar contra el frío, pero también contra el viento y la lluvia, tres de los enemigos habituales del ciclismo urbano… y también de nuestros menudos pasajeros.
La manta de la firma italiana está fabricada con una capa exterior a prueba de viento y tela impermeable. Además cuenta con un revestimiento de piel ecológico interior, y se puede utilizar como cubierta de lluvia para el asiento de la bici cuando está aparcada.
Opossum está fabricado con una capa exterior a prueba de viento y tela impermeable
El desarrollo de Opossum ha sido pensado para no tener que ajustar la funda del asiento y retirarla cada vez se use. Al contrario: en tan sólo unos segundos y con un movimiento fácil se puede sentar al niño sin tener que quitar la manta del asiento. Y lo que es aún mejor, sin temor a los ladrones, gracias a que la funda térmica está estructuralmente fijada a la bicicleta e incorpora ojales para colocar el antirrobo.
¿Y cuáles son las impresiones generales al probarla? Lo primero, confirmar lo ya dicho: la instalación es enormemente sencilla. Y el diseño, más que acertado: cuenta con una textura jaspeada muy agradable y un tacto interior realmente suave, y se adapta a la perfección a cualquier tipo de silla. Es, además, muy resistente y práctica: Opossum no sólo tapa las piernas del niño, sino que llega hasta el torso.
Lo más importante es la comodidad del pequeño ciclista, y ésta no puede ser mayor. Desde que la instalé, mi hijo está especialmente ilusionado por subirse a la bici y abrigarse. Cuando el viento arrecia, mete las manos en el interior del “saquito”, como él dice, y no pasa nada de frío. Y aunque por el momento no ha hecho falta lavarla, con los niños nunca se sabe: cualquier resto de bocadillo puede acabar en la manta. Afortunadamente, lavarla es igualmente sencillo.
Habrá quien se plantee que 89 euros son demasiados para un accesorio de estas características. De hecho, la silla en la que llevo a mi hijo me costó la mitad. Y sin embargo, parece razonable que en época de frío, lluvia y viento un complemento como Opossum merezca enormemente la pena. Especialmente si está firmado por una marca con la calidad garantizada de Tucano Urbano.
Descripción técnica
- Funda térmica compatible con sillas traseras de bicicleta para niños (modelo A22)
- Adaptable a niños de 68 a 104 cm de altura gracias a un sistema de regulación con botones a presión
- Sencillo sistema de anclaje a la sillita mediante ranuras y velcro
- Sistema rápido de apertura/cierre a modo de caparazón para meter/sacar al niño
- Exterior de poliéster antiviento e impermeable con columna de agua alta
- Interior en piel sintética
- Costuras reforzadas
- Cremallera termosellada
- Capa integrada en el bolsillo delantero, utilizable también como cubre–sillita
- Capucha antilluvia extraíble de la capa
- Asiento/respaldo rellenos para un mayor confort
- Ojales antirrobo incorporados
- Perfiles reflectantes
- Materias primas testadas según norma Reach
Manta ciclista Opossum de Tucano (89€)
Probamos la Opossum, una manta ciclista para niños de la prestigiosa marca Tucano Urbano.
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Diseño
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Instalación
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Practicidad
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Comodidad
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Precio