Comida y bebida en exceso, ropa que apenas necesitaremos, complementos imprescindibles que pronto estarán obsoletos… Comprar, regalar, consumir. Eso proclaman desde casi todos los púlpitos y, para no desentonar, desde Ciclosfera vamos a hacerlo también.
Os invitamos a consumir bicicletas o productos relacionados con el ciclismo: chaquetas, cascos, mochilas, luces, timbres… Lo que sea. Os invitamos a hacerlo estos días pero para todo el año. La Navidad es una buena oportunidad para inocular pasiones ciclistas y duraderas: quizá el niño que estos días recibe su primera bici no se baje nunca de este medio de transporte. Quizá, tras esa minúscula máquina, vengan otras muchas más grandes, sobre las que disfrutar algunos de los mejores momentos de su vida.
Nos gusta que la bici recupere su espacio junto al árbol: estará en las casas y las calles
Nos gusta que en estas fechas se compren, se regalen, bicicletas. Nos gusta que la bicicleta vuelva a estar en la lista de deseos de niños o, sobre todo, de adultos. Nos gusta que el ciclismo recupere su espacio debajo o al lado del árbol, porque también lo recuperará después en las casas, familias y calles.
Ligera, sencilla y, por qué no decirlo, en muchos casos barata, nos gusta que la bicicleta se convierta para muchos en el obsequio soñado. Pero que no sea un capricho, un juguete o un objeto de usar y tirar. Queremos que esos obsequios ciclistas se entreguen como regalos con alma, como vehículos que lleven a la persona querida a un futuro eficiente y sencillo, saludable, humilde y, sobre todo, mucho menos consumista.