Un ciclista neozelandés paseaba tranquilamente con su bici por la ciudad costera de Timaru (Nueva Zelanda) sin ropa y sin casco, cuando un agente de la policía lo detuvo. Al parecer, también había estado bebiendo de más, pero el el sargento Randel Tikitiki sólo lo multó por no llevar el casco, elemento obligatorio en este país.
El hecho de ir totalmente desnudo, una actitud que podría haber sido denunciada como un acto de exhibicionismo, no pareció importarle al agente, dado que, según se justificó, “dependería de lo que la gente hubiera podido ver”.
“No hay un límite legal de consumo de alcohol para ciclistas”
Otro dato, cuanto menos curioso, es que tampoco fue multado por conducir ebrio. Y es que según una portavoz de la Agencia de Transporte neozelandesa, “no hay un límite legal de consumo de alcohol para ciclistas”. Otra cosa hubiera sido si hubiera circulado de forma imprudente o temeraria, poniendo en peligro al resto de los usuarios de la vía.