Hemos visto algunas de tus fotos rodando sobre la nieve… ¿de dónde eres?
Soy de una ciudad al norte de Suecia llamada Skellefteå, con aproximadamente 35.000 habitantes.
Y, también, tienes un canal ciclista en YouTube…
Así es, en el que hablo de temas de ciclismo y tengo una buena respuesta de mis seguidores. En ellos aparecen, además mis distintas bicicletas… En la foto de la nieve aparece mi “bicicleta de invierno”, equipada con llantas especiales y preparada para pedalear cuando nieva por aquí, que es entre noviembre y abril. Es la que uso para mis actividades del día a día: dejar y recoger a mis hijos del colegio, ir a la compra, bajar a la ciudad…
¿Y las otras cuatro?
Tengo una de carretera para entrenar, otra MTB para divertirme en el bosque, una híbrida con la que voy a trabajar durante el resto del año y la de cicloturismo, que es la que empleo para el ocio, los fines de semana y las vacaciones.
Donde vives… ¿cómo está el ciclismo urbano?
Diría que bien, aunque hay ciudades suecas, como Umeå, Uppsala y Örebro, que nos llevan años luz. No obstante, comparado con otras ciudades de países europeos, diría que en mi ciudad estamos muy avanzados. Pedaleo cinco kilómetros hasta la ciudad sin estar expuesto a demasiado tráfico, hay un par de semáforos para peatones y ciclistas y un paso elevado para bicis.
Así que los políticos ven la bici como un medio de transporte…
Su visión ha mejorado en los dos últimos años. Creo que se debe a los altos niveles de gases nitrosos en el centro de la ciudad, por lo que quieren quieren que la gente coja más el bus o la bici en vez del coche. Como resultado, han creado nuevos carriles bici segregados: no están pintados, sino separados del resto de vehículos, lo que me parece una buena elección.
¿Y los automovilistas? ¿Os respetan?
Los conductores son casi siempre muy considerados con nosotros, los ciclistas. No hay una ley de 1,5 metros como la que tenéis en España, pero la mayoría de los automovilistas mantienen una distancia de seguridad adecuada. A veces, tengo que pedalear por la carretera y casi nunca he sentido miedo, y desde luego es muy raro que te piten. Sin embargo, lo que no llevan tan bien es que los ciclistas rueden en pelotón. No era algo muy frecuente, sino que es un comportamiento novedoso, y los automovilistas no saben muy bien cómo comportarse.
Además de pedalear… ¿Haces más deporte?
Sí: el hockey sobre hielo es, sin duda, mi deporte favorito. Realmente, tuvo mucho que ver con empezar a moverme en bici: yo era árbitro de segunda división y necesitaba encontrar un deporte para mantenerme en forma durante la temporada de descanso. Ya pedaleaba, pero decidí hacerlo también para ir a trabajar. La decisión fue maravillosa: obtuve mi dosis diaria de ejercicio y ahorraba el dinero de la gasolina al no coger el coche tanto.
¿Cuál ha sido tu mejor experiencia sobre una bicicleta?
Tengo dos. La primera, en un viaje solidario en el que participé hace unos seis años. Empezaba en mi ciudad natal y, durante ocho días, pedaleamos hasta Estocolmo cien kilómetros para la Fundación Contra el Cáncer Infantil de Suecia. La segunda gran experiencia fue precisamente en España: hace tres años hice mi primer viaje en bicicleta solo, por Cataluña. Comencé en Barcelona y recorrí lugares como Olot, Ripoll o Girona antes de regresar a Barcelona. Fue un algo duro, pero alucinante… No estamos acostumbrados a vuestras montañas, así que me costó un poco adaptarme.
“La bicicleta es para todo el mundo: no importa en qué forma estés, es muy generosa con tu cuerpo”
¿Qué consejo le darías a alguien que quiera iniciarse en el ciclismo?
Que lo tenga claro: la bici es para todo el mundo. No importa la forma en la que estés. Es un deporte muy generoso con el cuerpo… ¡Piensa en cómo afecta a tus rodillas, por ejemplo, el salir a correr! Y, además, siempre puedes recurrir a una e-bike… ¡Hay una bici para cada persona!
¿Cómo lleváis por ahí la crisis del coronavirus?
Suecia todavía no está tan afectada como otros países europeos, así que mi día a día es prácticamente igual que hace uno o dos meses. Sigo yendo en bici al trabajo a diario, lo que me lleva cincuenta minutos de ida y otros cincuenta de vuelta… ¡así que no me falta deporte!
¿Cómo crees que cambiará el mundo esta situación?
No tengo demasiados conocimientos pero sí… Hay cosas que cambiarán. Por ejemplo, creo que muchas compañías aéreas quebrarán, y que no viajaremos tanto como antes. Algo que, por otro lado, quizá no sea tan negativo si las personas empiezan a descubrir la belleza de sus propios países.