Las grandes ciudades españolas viven días de cierta confusión en materia de movilidad. Las nuevas normativas que han ido aprobando los sucesivos ayuntamientos han dado diferente tratamiento a las bicicletas o a los llamados Vehículos Eléctricos de Movilidad Personal (VEMP) como los patinetes eléctricos, que se han extendido con rapidez en las calles. Ante las nuevas normas, la Mesa Española de la Bicicleta pide a los Ayuntamientos una apuesta clara por la movilidad sostenible, poniendo especial énfasis en estos nuevos vehículos.
“Todos ellos constituyen una excelente aportación a la reducción de emisiones contaminantes, emisión de ruidos y ocupación del espacio público, siempre y cuando sirvan para racionalizar la utilización del automóvil”, señala el comunicado, que firma su coportavoz, Carlos Núñez. “No obstante, la Organización Mundial de Salud (OMS) acaba de publicar el primer macro estudio de escala global para analizar la evolución de la actividad física de las personas en todo el mundo, cuya principal conclusión es que un porcentaje elevado de los habitantes de países ricos está en riesgo de enfermar por culpa de su sedentarismo y dentro de las recomendaciones de dicho estudio propone la necesidad de desarrollar políticas nacionales para fomentar los modos de transporte no motorizados, como caminar y andar en bicicleta”, añade.
La Mesa de la Bicicleta denuncia que “durante los últimos años se ha producido una auténtica invasión de las vías ciclistas de nuestro país por VEMP con potencias de hasta 4.000 W (límite superior de potencia de un ciclomotor) al amparo de la Instrucción 16/V-124 de la DGT, del 3 de noviembre de 2016. En dicha instrucción se especifica que tales vehículos no pueden considerarse como “peatones” (con toda lógica) ni como “vehículos a motor” (contra toda lógica, pues es evidente que lo son). Se obvia en cambio especificar que no cabe considerarlos como ciclos o como bicicletas (lo que parece ser tan evidente como que no son peatones)”.
“En ningún caso un vehículo de hasta 4.000W es equiparable a una bicicleta”
“En ningún caso se puede considerar que un vehículo de hasta 4.000 W sea equiparable a una bicicleta cuyo conductor, en condiciones normales de paseo, desarrolla como mucho entre 100 y 200 W de potencia”, explica el comunicado. “Tampoco se pueden asimilar tales vehículos a las bicicletas eléctricas de pedaleo asistido, cuya potencia no puede superar por ley los 250W ni los 25km/h. Por consiguiente, la circulación de tales vehículos por unas infraestructuras diseñadas para vehículos de mucha menor potencia constituye un peligro evidente que debe ser evitado”, señalan.
Por todo ello, y “en aras de seguir promoviendo, no sólo una movilidad sostenible (donde los VEMP pueden aportar una gran contribución), sino además una movilidad activa y saludable, debemos seguir destinando los diferentes tipos de infraestructuras ciclistas, comúnmente llamadas carriles bici, a los únicos vehículos (bicicletas y bicicletas de pedaleo asistido (hasta 250W y hasta 25km/h) que, además de ser sostenibles, son saludables puesto que constituyen la única forma activa de moverse junto al caminar de los peatones”, añade el comunicado.
Hacia una ciudad 30
La clave para lograr una ciudad más habitable pasa, según la Mesa de la Bicicleta, por avanzar hacia las llamadas ciudades 30. La ciudad “debe constituir un espacio de convivencia entre los ciudadanos, independientemente de que sean peatones, ciclistas o vayan en transporte público, en VEMP, en moto o en coche”, señala el comunicado. “Los conductores deberían asumir que el límite máximo de velocidad de 50 km/h es excepcional, para grandes avenidas o para las salidas del núcleo urbano, y no la regla general, pues la velocidad de 50 km/h resulta incompatible con muchas de las actividades que se desarrollan en la ciudad, como ir en bici, pasear o ir de compras. Al limitar la velocidad de los vehículos a 30 km/h en la ciudad no solo se incrementa la seguridad vial, sino que también disminuye la contaminación acústica y atmosférica, por lo que mejora la calidad de vida, se fomenta el comercio y aumenta la convivencia y la interrelación de conductores, ciclistas y peatones”.
Por todo ello, el comunicado concluye con tres peticiones urgentes a las administraciones:
- Actualizar y modificar la Instrucción 16/V-124 de la DGT de 3 de noviembre de 2016, para tipificar a los VEMP como lo que son, vehículos a motor.
- Modificar las Ordenanzas existentes o en proyecto que prohíben la circulación de los VEMP por la calzada con velocidad limitada a 30km/h, para permitirles circular por ellas.
- Modificar las Ordenanzas existentes o en proyecto para seguir preservando las aceras para los peatones y los carriles bici para las bicicletas y asegurar así la protección de los dos únicos modos activos y saludables de desplazamiento, el caminar y el pedalear.