Es la cadena de hamburguesas más famosa del mundo con más de 33.000 establecimientos repartidos por todo el planeta, pero no vive sus mejores momentos: ganó un 15% menos el pasado año y su imagen está lastrada por términos como sedentarismo, obesidad o, simplemente, “comida basura”.
Por eso McDonald’s ha decidido maquillar un poco su imagen y ha recurrido, como tantas otras empresas, al colectivo ciclista. “El mundo se dirige hacia la energía sostenible”, “la gente ama y elige una forma de vida saludable”… Esos son algunos de los mensajes que transmite la campaña McBike, una creatividad nacida en Argentina (por la agencia Tribal) y que propone sustituir los conocidos McAuto por puntos de reparto para ciclistas.
Cambia el color (el famoso rojo corporativo es sustituido por un verde esmeralda) y también el envase. La hamburguesa se entrega en una caja de cartón con un asa para colgar del manillar, carga en el cuerpo central con la bebida y, a sus lados, tenemos las patatas y la hamburguesa.
La iniciativa se puso en marcha en primer lugar en Copenhague (Dinamarca), y después pasó a Medellín (Colombia). Ahora se exportará también a Amsterdam (Holanda) y Tokio (Japón). ¿Un simple “lavado de cara” y una maniobra publicitaria o una apuesta decidida por adaptarse a los nuevos (y más saludables) tiempos?