El aire que respiramos es veneno, y la situación ha llegado a un punto que debería preocuparnos a todos. Según declaró la pasada semana el director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja, la mala calidad del aire es “el problema ambiental más serio” que tiene Europa, donde cada año se producen 400.000 muertes prematuras por esa cuestión. “No somos líderes en este ámbito”, admitió Calleja.
Según informó el diario La Vanguardia, Calleja opina que la recientemente aprobada normativa de calidad del aire no es suficiente, ya que se deberán reducir al 50% las emisiones para reducir la mortalidad. En ese sentido, puso como ejemplo a Estados Unidos, país que tiene una normativa de calidad del aire “más exigente” que la de la UE.
En “estos momentos de dudas del proyecto europeo”, Calleja insistió en recordar que las políticas europeas están para mejorar la vida de los ciudadanos. En ese sentido, elogió el “liderazgo e impulso” de la Unión Europea en materia ambiental, y recordó que actualmente “nada es comparable con el desafío que supone el cambio climático, porque lo que está en juego es el futuro del planeta”. Y sentenció que “la crisis en la que no la UE no puede fallar es en la del cambio climático”.
Pese al tono serio, Calleja añadió que 2015 fue “un buen año” para el medio ambiente y el desarrollo sostenible porque, entre otros motivos, en Europa se ha aprobado el paquete de economía circular y se han intensificado los esfuerzos de la CE para poner en marcha la unión energética en un momento de cambio que pone de manifiesto que se debe ir hacia a una transición hacia un modelo más flexible de energía “accesible para todos”. Del mismo modo, destacó la importancia de poner ya en marcha una transición hacia un modelo económico libre de carbono.