Todos los ciclistas que nos movemos habitualmente por la ciudad nos enfrentamos a una dura realidad: a pesar de ser un vehículo, y por tanto a circular por la calzada cuando no existen carriles específicos, resulta difícil ganarse el respeto de los conductores. Y lo que es más importante, ser vistos y oídos cuando se trata de evitar un accidente.
Parte de la culpa de esa situación la tiene la ausencia de un mecanismo efectivo para hacernos oír. Los timbres son obligatorios en muchas ciudades, pero no sirven de nada ante un coche. Por eso es habitual ver a ciclistas gritando o silbando cuando se enfrentan a una situación en la que tienen que avisar de su presencia a otro usuario de la vía.
Para ponérselo un poco más fácil a todos los ciclistas urbanos, un grupo de ciclistas creó hace unos meses Lod Classic, un claxon para bicicletas que sonaba exactamente igual que el de un coche. Sólo tenía un problema: su voluminoso tamaño lo hacía algo incómodo para llevar en la bici. Sin embargo, han conseguido mejorar su invento y reducirlo sin perder ni un sólo decibelio en su potente sonido. Y lo han bautizado como Loud Mini.
Primer objetivo, conseguido
El proceso está en fase de encontrar financiación, para lo sus responsables han acudido a la célebre página Kickstarter. Aunque aún quedan diez días para que los mecenas puedan aportar, ya se han superado los 25.000 dólares que solicitaban para empezar a fabricar el Loud Mini, y ya se pueden empezar a realizar las primeras reservas a través de la web del proyecto. Es probable que, algún día, sea mucho más habitual ver a los ciclistas que circulan por la calzada con su pequeño Loud Mini en el manillar como parte esencial de su seguridad.