Junto con Amsterdam, Zúrich es otra de las ciudades que se han convertido en un verdadero ejemplo de movilidad sostenible. Y es que desde 1990, mediante el decretro ‘The Great Compromise’, la ciudad limitó el número de coches y aparcamientos, invirtiendo en infraestructura ciclista, calles peatonales y mejorando el sistema público de transporte.
Desde 1990, Zúrich limitó el número de coches y de aparcamientos
Una serie de políticas eficaces y solidarias con el medio ambiente que permite a sus ciudadanos desplazarse por la ciudad de forma agradable y tranquila. No sólo por los sensores (más de 4.500) que controlan el número de automóviles que pasan, garantizando un tráfico fluido, sino también porque ha invertido en una eficaz y cómoda red de transporte público (trenes, autobuses y tranvías) que cubren todas las necesidades de los ciudadanos.
Además, claro está, de ampliar las zonas verdes y peatonales e invertir en infraestructura ciclista. Medidas que han hecho que el número de desplazamientos en bicicleta crezca considerablemente en los últimos años.
Un modelo de planificación urbana a seguir por todas aquellas ciudades que todavía se resisten a cambiar de paradigma y que podéis disfrutar en este documental titulado ‘Where people are welcome and cars are not’ de Streetfilms.