¿Cómo ven España desde los ciclistas extranjeros? ¿Es nuestro país un buen lugar para rodar? Según Andy Levine, de A Luxury Travel, sí. Y entre todos los rincones maravillosos para perderse en bici, ha seleccionado estos:
1. Mallorca
La isla es un auténtico paraíso. Un lugar de “notable belleza”, según el blog, en el que disfrutar a pedales de espacios únicos como la Sierra de Tramontana, los espectaculares acantilados o la infinidad de caminos rurales por los que rodar. Y siempre, con el inmenso Mediterráneo de fondo. La web recomienda una parada en el hotel y spa La Residencia para relajarse y disfrutar de la inigualable gastronomía local.
2. La Rioja
La Rioja es el “lugar perfecto” si lo tuyo, además de las bicis, es el enoturismo. Tras un día en bici, nada mejor que una copa de uno de los mejores vinos del planeta. Lavine recomienda un paseo a lo largo de las orillas del Ebro, una parada en la bodega Vivanco -uno de los mejores museos de vino en el mundo, en la imagen-, y una parada en el spa Caudalie situado del hotel Marqués de Riscal.
3. Andalucía
“¿Qué buscas en unas vacaciones ciclistas? ¿Un excelente clima? ¿Colinas? ¿Impresionantes paisajes? ¿Una cocina excepcional?” En Andalucía, según el reportaje, tienes todo ello. El autor reconoce que una de las cosas que más le gustan es que algunas rutas son duras, orientadas a ciclistas experimentados como él. Y recomienda una visita a la bodega de la localidad cordobesa de Montilla, uno de sus lugares preferidos de la comunidad.
4. Costa brava
Después de una buena ruta, nada como un chapuzón en algunas de las increíbles playas de la Costa Brava. Pero no hay que olvidar el interior: el autor señala las localidades de Peratallada, Ullastret y Palau-Sator como imprescindibles, aunque reconoce que su sitio preferido es Els Angels, puerto donde entrenan infinidad de ciclistas profesionales. Y por supuesto, no olvida la visita obligada al Museo Dalí en Figueres (foto).
5. Camino de Santiago
No podía falta en la lista. “Atravesar en bicicleta los verdes campos de Galicia es una experiencia inolvidable”, cuenta Levine. El periodista define como auténtico reto la subida a la Cruz de Hierro, y apunta que “el viaje no está completo sin acercarse, a lo largo de caminos que serpentean a través de bosques gallegos, al Castelo do Pambre (foto), una fortificación oculta del siglo XIV .